LAS NORMAS DEL AMOR EN LA DÉCADA DE LOS VEINTE
No eras tú, fueron más de dos décadas sin compañía
No era lo que decías, el tener con quien conversar
¿Pensaron las mujeres que un hombre puede soportar más de dos décadas en
silencio y sin tener con quién conversar?
No era el sexo que me dabas, no sabías hacer el amor, era mi
descubrimiento del placer, el asombrarse ante vivencias que me fueron inéditas
y que fueron comunes a los de mi generación.
No sabía lo que era acostumbrarse a tener alguien con quien conversar
todo el día. Conocí la soledad aquella tarde cuando terminamos y supe: venían
los años de la soledad, el silencio, el no tener con quien dialogar.
Y entonces tuve miedo a las largas horas donde no habría nadie a mi
lado. El deseo había despertado en mí, empecé a jugarme la vida para entrar a
antros de mala muerte para tener sexo. Y vi que era más sencillo de lo que
pensaba.
Una mañana tomé un par de libros y desde bien temprano, fui a la
Facultad para leerlos. Mi fama de escritor y conspicuo lector, atrajo en menos
de una semana a muchachas y muchachos de Literatura y Filosofía, luego a
Catedráticos. Ya no estaba solo, tenía otra vez mis libros y horas intensas de
diálogos con los amantes del conocimiento. Llegada la noche, mis pasos me
conducían a los antros para hacer el amor no con una, ni con dos, a veces tres,
a veces 4 muchachas de la vida alegre.
No tomé, ni me volví drogadicto ni homosexual, como dicen los hombres
experimentados, cuando se trata de salir de una relación de pareja. Leí libros
y, hallé un universo de muchachos y muchachas que leían como yo, con la
salvedad que leía yo desde bien temprano, todo el día, hasta llegada la noche,
para luego hacer el amor las veces que quisiera, sin tener que dar marcha atrás.
Ha pasado más de 10 años de eso, ahora las mujeres quieren hombres
silentes, apartados, dedicados a su trabajo, proveedores, protectores, que
trabajen duro, además de darse tiempo para ella y los hijos, porque para tener
todo eso, hay que tener un buen trabajo donde uno gane bien y, eso, en Perú, no
es posible.
Dicen las mujeres que el celular es privado.
Dicen las mujeres que ahora hay plan D, C, E y, así, según la cantidad
de seguidores que tengan en las redes sociales, hombres con quienes dialogan si
cambiaran de parecer y quisieran empezar de nuevo sus vidas, así tengan hijos.
Existe la hipergamia: muchachas hipócritas han desprestigiado las frases
únicas para el amor y se las dicen a los miles de seguidores que tienen desde
sus redes sociales, ¿por qué pues debería considerar a uno como el definitivo?,
si se cansa de ti, tiene miles de hombres en espera.
Murieron los escrúpulos o la reputación. Las mejores son mediáticas y
elijen al mejor partido, pero no es suficiente, cuando se cansan de éste, se
van con otro. Esto ya no es amor, es vacío interior, nada las llena, nada les
satisface: los hombres somos descartables en esta década del veinte.
Puedo decir que están en su derecho, que nadie les manda, sólo quiero
recordarles que hay una edad límite para la procreación: los 34 años, que los
hombres con dinero, no nos fijamos en mujeres de 40 años, nos fijamos en
muchachas de 18 años, total, es de consenso general para las mujeres dejarse
comprar para no tener que trabajar y tenerlo todo a pedir de boca.
¿Quién mató al amor? Porque eran las mujeres las que más hablaban del
amor. ¿Está claro que son las mujeres las que han matado el amor? Porque cuando
pasan de los 40 años, es entonces cuando hablan y escriben muchas novelas sobre
el amor, edad en que nosotros los varones ya no las queremos, porque hay otras
de 18 años con la misma filosofía, dispuesta a venderse.
Las frases del amor se prostituyeron, ¿algún hombre las podrá creer
cuando las mujeres las dicen para miles de seguidores con tanta convicción que
son demasiado reales en sus expresiones?
Qué precede a todo esto, porque cuando me encuentre contigo y me digas
con todo el corazón las frases del amor, sabré de inmediato que es un libreto
que eres capaz de decírselo a todos los hombres.
¿Quién ha perdido con todo esto?
Añado algo más: pasado los 25 años, a tanto sexo, las paredes vaginales
dejan de ser estrechas y, esto afecta en la sexualidad, no es igual el sexo
brutal, salvaje o hard core con una mujer de 25 años que tiene relajadas las
paredes vaginales, a las de una muchacha de 18 años.
Vaginas estrechas, preservativos, pastillas para incrementar en 10cm el
miembro viril para hacer el amor.
Los hombres nos hemos convertido en seres solitarios que amamos nuestra
soledad, seres silentes que valoramos el ritual del silencio. ¿Qué harás
entonces cuando aparezcas enamorada en la vida de un varón que está
acostumbrado a la soledad y al silencio? ¿Percatas que sólo servirás para el
sexo, para nada más?, porque tu compañía incomodará y, cuando hables, estarás
profanando las décadas donde aprendimos a guardar silencio, en total soledad.
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