LA VIDA FELIZ DE UN ESCRITOR PRÓXIMO A CUMPLIR 54 AÑOS
Estoy ahorrando para mis 54 años,
La cantidad necesaria para hacer el amor 20 días sin parar, con 20
muchachas nuevas de la vida alegre,
De la misma manera en que celebré mis 53 años.
-ella me dijo: “ustedes no tienen fecha de caducidad, punto a tu favor” –
Si no tuve hijos, a pesar que me hubiera tener cientos de hijos, es lo
que nos toca a los escritores.
-otra de mis mujeres me dijo: “hay hombres que no nacieron para casarse
y disfrutar de todas las mujeres que puedan” –
-hay un grupo de octogenarios que tienen mucho dinero y siempre
disfrutan de las muchachas más jóvenes y bellas, celebro por ellos, los
recuerdo en las casas de citas, bien vestidos como caballeros, esperando su
turno para hacer el amor con muchachas veinteañeras –
Una muchacha muy sabia me dijo: “tus arrugas, Mauricio, te hacen más
interesante, siempre tienes todo bajo control en la intimidad, sabes cómo
conducirnos con suma facilidad antes de hacer el amor”.
De todo esto, pensaba a mis 17 años que viviría de la literatura y
tendría como mías a las muchachas más bellas en mi lecho. No viví de la
literatura nunca, pero sí tuve a las muchachas más bellas que me complacieron
en todo lo que un varón pide al momento de la entrega. Me imagino a los 90 años
celebrando esos años con otras 20 muchachas veinteañeras que tienen fantasías
con veteranos experimentados que, por la experiencia, no sólo duramos horas en
el lecho, sino que, además, somos unos gurús para los orgasmos.
Y es cierto, he pasado de los 180 libros el mes pasado y, sé, ya no
escribo para ser un éxito de venta de libros, escribo porque me gusta escribir.
Alguien me dijo: “puedes escribir todo lo que quieras, porque encima puedes
dedicarte sólo a ello y encima, ¿quieres que te paguen por un oficio que muchos
quisieran tener y por razones inevitables no pueden hacerlo?”
Conocí personas importantes que me confesaron: “¡También quiero ser
escritor, a veces me siento frente a mi escritorio y sueño con escribir novelas
que sé, serían muy interesantes!”, pero la marcha de la vida elige a unos para
la literatura y, a otros, para labores donde el tiempo alcanza apenas para
decenas de minutos de descanso entre todas las labores obligadas que deben
hacer.
-no es la primera vez que me pasa, una bella mujer colombiana perdió la
cabeza por mí y a pesar de ser muy bella, se hizo inyectar aceites en sus
muslos e implantes en los senos, para ser más hermosa para mí, hay una que toma
todos los días 6 litros de limonada sin azúcar para tener el cuerpo con el que
la conocí, cuando la citaba todas las noches a mi apartamento para hacer horas
de horas el amor –
-las muchachas que me visitan a mi apartamento se ruborizan cuando les
muestro las estadísticas de mi Blogger y se resisten, tienen la idea errónea
que están registrados sus nombres dentro de quienes me leen, si así me lo
confiesan, entre autocomplacencias y fantasías conmigo en los lechos –
-recuerdo haber tenido como parejas a dos hermanas colombianas muy
hermosas, liberales, que me compartían, sin que hubiera celos por parte de
ellas –
-el reclamo de una de ellas fue cuando la cité a un hotel luego de
haberle hecho el amor anteriormente a otra, siendo sus palabras: “sí tengo
sentimientos, me dijiste que querías casarte conmigo, me has sacado la vuelta
con otra muchacha antes de hacerme el amor”.
-me encanta cuando pierden la cabeza y se dejan llevar por mis apetitos
desmedidos y demandas en los lechos, para luego terminar asustadas por la
experiencia y ver sus ojos detenidos en mi mirada –
Dos preservativos rotos y muchos gemidos mientras me decía: “quiero
tener 50 hijos contigo”, para luego ver sus ojos hijos, por verme ajeno, libre,
sin ningún derecho sobre mí, mientras dejo los billetes sobre el velador, me
ducho y me marcho, feliz, pensando que esa tarde seré feliz en el recuerdo de
las horas compartidas para no volverla a ver, porque al día siguiente, pediré
una nueva muchacha, desconocida, en la aventura de los amantes insaciables que
queremos saber de todas.
Algunas veces repito con las conocidas sólo para demostrarles mi
agradecimiento por sus entregas, pero luego tras mis venturas, deseo nuevas
muchachas hasta quedar en quiebra otra vez, si eso me llena y deja satisfecho.
Podría seguir con una y otra y después otra en un solo día, ¡cómo han
cambiado los tiempos y las tarifas!, desde las que no me quieren cobrar y les
pago para recordarles que es su trabajo, hasta las que dudan en dejar su oficio
y hacen planes conmigo y me dan el número de celular que sólo lo comparten
cuando sienten amor y esperanza.
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