TENER UN LUGAR DENTRO DEL MUNDO
Luego de haber hecho la siesta, fumé un par de cigarrillos mentolados y
me levanté de mi cama, para preparar el arroz blanco, sazonado con sal a mi
gusto, saqué de mi frigobar dos filetes de hígado de res que compré en la mañana
para la cena, los embadurné en harina y pan seco molido, sazonado una vez más
con sal, mientras he dejado la sartén con el aceite, para que esté éste bien
caliente porque así se fríen bien los huevos sin pegarse.
Pruebo de mi Cool Fresh mientras veo las estadísticas de mi Blogger,
¡más de 500 visitas sólo con 2 escritos! para que un escritor bloguero tenga
éxito, debe recibir al mes, 10,000 visitas, voy a la marcha de quien superará
las 15,000 visitas de distintas partes del mundo.
Freí los huevos y ahora, estoy friendo un filete de hígado de res que
sobrepasa la sartén que es grande. Así es el estilo de vida de un escritor que
acompaña a su padre que tiene 84 años, con quien aprendí a compartir la paz y
el silencio, él suele tocar la trompeta de vez en cuando y ver el tiempo con
nostalgia, ambos no pensábamos que la vida sería tan dura pero sobrellevadera. El
aroma al hígado sube desde la cocina hasta el segundo piso donde está mi
dormitorio y estudio, es momento de hacerla dorar del otro lado, el arroz coció
rápido, cocinar es lo más sencillo que hay, si sé preparar más de 50 platos,
así sea con una economía apretada, pero honesta, honrada.
Entre escribir y preparar la cena, ya le he servido a mi padre sus
alimentos, si precise, hago alcanzar una miserable pensión del Estado que
recibe mi padre, para los alimentos del mes y pago de servicios.
Acabo de recordar que por la mañana, conversé con mi nuevo editor, un
outsider a quien conocí por su rebeldía y afición desmesurada por los libros
allá por los inicios del 2,000. Bueno, entre escribir y cocinar, acabé, pero
les comentaba que mi ópera prima será reimpresa este año, no editada, nunca
permito que editen mis libros, estoy hablando de El Viejo Libro del Cuero de
Mamut, un opúsculo que llamó la atención en la ciudad y provocó la memorización
de varios de sus poemas, como cantares generacionales, no sólo porque
seguramente eran muy buenos los poemas, sino por el compromiso que asumí con el
Perú en esos entonces, llegando inclusive a perder mi libertad, por ser un perseguido
político por mis ideas: estar en contra de drogas como el alcohol, cocaína,
marihuana y un largo etc., luego de
haber promovido el estudio diario, el deporte y la libertad de expresión en una
dictadura donde todos se dejaron llevar por los excesos. Precise de este
poemario, es el que llevé en mi mano, hecho artesanalmente, cuando salía los
fines de semana para mostrar mi propio libro, por los inicios de los noventas,
siendo mi carta de presentación decir: soy Poeta, éste es mi libro, lo cual por
cierto causaba admiración, primero por la ocurrencia que artesanalmente hubiese
hecho mi libro, sino que además, con la Remington, hubiese puesto en la portada
el título y mis nombres completos: Julio Mauricio Pacheco Polanco.
Era un Poeta y, no sabía, los Poetas en esta ciudad, están llamados a
grandes horas supremas, donde caro será el precio a pagar por dejar los poemas
improntados en el imaginario generacional.
Pruebo del hígado de res apanado, como se dice, está delicioso, diré
pues que mi vida autosuficiente, dedicado al estudio y la literatura además, se
basa en pasar las 24 horas en un barrio donde hallé mi lugar en el mundo, donde
vivo más de 16 años y, me construyó mi familia este apartamento donde traje
todas las mujeres que quise para hacerles el amor y ser feliz, como lo dijera
una de ellas al echarse en mi cama antes de la intimidad, con un gesto de
solemnidad, acariciando la cama con somier, ¡esta cama, cuántas mujeres has
tenido en esta cama!, lo que ella no supo es que la cama que aguantó mis casi
52 años en ese entonces, terminó por romperse, una cama con resortes, como me
dijera impresionada una vecina, ¡esas camas no se rompen!, si es que la rompí a
punta de sexo, sexo y más sexo.
Como habrán notado mis lectores, mis reclamos en mis escritos no hablan
de enfermedades, porque mi padre y yo no estamos enfermos, salvo la dificultad
que mi padre tiene para caminar, por una artrosis que arrastra desde que tuvo 50
años, apenas silencios dulces donde me saludo con los buenos vecinos, deseando
buenos días y mucha salud. Que si soy un escritor reconocido, pues me di con la
sorpresa de que uno de de mis videos de Facebook live, fue retransmitido en
vivo para la comunidad del Puerto Bravo de Mollendo, siendo para mí ello una
sorpresa agradable, el que en mi tierra, donde he sido homenajeado como
escritor, siempre estuviesen pendientes de mis discursos o escritos, como es
con este Blogger que, es muy seguido por USA porque ahí está la mayoría de
integrantes de la colonia de mollendinos y, quieren saber, qué dice el escritor
de su tierra, quien en su momento, fuera reconocido como El León del Sur aquí
en Arequipa, sólo por ser rebelde, contestatario, nihilista y, haber hecho mil
huevaditas y media en mi juventud, como por ejemplo: haberme tomado una foto
desnudo en pleno mediodía en esa Plaza de Armas donde me amotiné muchas veces
con decenas de miles de personas, cuando el pueblo agitado reclamaba por sus
derechos. Lo de la foto desnudo fue una expresión cultural, propia de
escritores. Hemingway se tomó una en una playa, tapándose el miembro viril con
una concha de mar, el cantante de The Police lo hizo totalmente desnudo en lo
alto de una montaña, en mi caso fue diferente, lo hice delante de muchas
personas que no salían de su asombro, causándoles gracia mi desvergüenza y
osadía, era pues el engreído poeta que ejercía ese derecho: querer ser
publicado, cosa que sería más pronto de lo que pensaba.
Desde el 2004 en que fuera publicada mi ópera prima, han pasado 21 años
y, retorno para conocer un mundo cambiado, distinto, diferente, un público
lector adolescente que ha leído el opúsculo y quiere saber de mí.
Acabé de cenar mientras escribí este testimonio, he prendido otro
cigarrillo mentolado, fumo desde los 17 años, a mis 25 dejé el cigarrillo por 2
años, pero llevo décadas fumando sin sentir algún malestar, si acote, desprecio
la vida, desprecio el estar aquí, a pesar de haber sido dichosamente feliz:
pienso siempre en los demás, también en los poetas que quieren ser publicados y
no cuentan con recursos económicos porque los sellos editoriales cobran para
publicar, cosa que nunca fue en mi caso, si es que además, no tengan las
comodidades que tenga yo. Debo ahora lavar el servicio para luego sentarme a
ver las noticias desde diferentes canales de YouTube, para sacar mis propias
conclusiones, lo que ocurre en medio oriente escapa a la voluntad de cualquier
escritor o ciudadano normal, podemos protestar desde las redes sociales o un
Blogger, pero nada más, diré, son asuntos que no nos competen sin ser
indiferentes, porque son realidades que no nos pertenecen, si es que aquí en
Perú, bastante tenemos y con eso basta, que se vienen las elecciones del 2026 y
todo seguirá marchando igual, gane quien gane, porque el dinero no alcanza,
hacemos malabares para que dure hasta la siguiente quincena y, esto es propio
del ciudadano común y corriente, no de los grandes, de los que se pueden dar el
lujo de pagar S/1,000 por un plato de comida en el mejor restaurante de Lima,
la capital de Perú. Ironías donde pensamos, ¿de quién es el Perú?
Si al cantar nuestro Himno, nos preguntamos sobre ese pasado donde el
pensamiento de Don José de San Martín y
la campaña de los Libertadores, fue hecho para que Argentina fuera una potencia
y no precisamente para que Perú fuera una República, porque muy flaco favor nos
hizo, si desde entonces, todo sale mal aquí.
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