CONOCIENDO AL VIVIENTE



Y fue que estuve frente a frente al Viviente
Y supe que no había espacio para nadie más.
Un único ser sin tiempo existía desde la locura del hombre
Y recordaba la muerte, la inmortalidad,
Las millones de maneras que tiene el ignorante
Cuando se trata del ser humano.
Y el Viviente en su manifestación
Me dijo lo que a todos les dice siempre
Cuando se entiende la eternidad:
“No eres el primero ni el último
Que me pide una oportunidad más”.
Naturalmente hablábamos del retorno a la vida,
De nuestros vanos deseos de volver a intentarlo.
Y el Viviente me llamó a un costado del universo
Y finalmente me susurro con cierta misericordia:
“Nadie ha podido ir más lejos que yo,
Tú solo tienes unas cuantas décadas,
Y aquí yo soy el Sempiterno;
¿Quieres entender el misterio de la divinidad
Con tan poco tiempo de vida?
Mejor retorna y confórmate en la felicidad de los necios,
No necesito a nadie en todo lo inconmensurable que tus ojos puedan ver
Y todos me necesitan a mí,
¿No soy pues misericordioso?
Yo soy el Viviente,
Tú apenas, alguien que deberá adorarme,
A través de todos los tiempos.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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