Julio Mauricio Pacheco Polanco (EL VARÓN QUE RECUPERÓ SU FELICIDAD)

Qué te dije mar, océano en movimiento Inmensidad que pocos entienden, Cuál fue mi ruego En qué momento me llenaste de plenitud para tanto vacío que hay Qué suave susurro es tu voz que hace temblar a los bravíos Y que a mí en voz de mujer otras cosas compartió. Qué te pregunté en el día de la revelación Si acaso tu alma se acercó a la mía Y estás presente cuando hago el amor O cuando desde mi habitación escribo. ¿Fuiste una respuesta que no se olvida? O la sensación que nadie puede dominarte Y que es necesario el respeto ante tus dominios llenos de aventuras Esas hazañas que nos cautivan Esas olas donde tu fuerza es descomunal Pero a la vez protectora. Qué hora del día te supe mi amiga Que desde lejos sigues presente Entre un jarro con una Kola Real negra Unos tabacos mentolados Y esta apacible noche. Qué te dije para envidia de los dioses Al hacerte mi preferida Entre orgasmos y el rastro en mi piel de agua salada. Qué me

De lo que viva o escriba En la soledad de alguien desde cualquier parte Viven los poemas para la muchacha que está sola Para el hombre que llora en su habitación sin compañía O para los que se aman y a veces, comentan mis escritos. Porque puedes abrir un libro o entrar a una red social Y sabes que siempre voy a estar allí Acompañándote cuando ya no hay amigos Cuando la enfermedad aflige y ya no hay esperanzas Cuando se vive a través de mis pasiones. Porque escribir es también una forma de acompañar De ser tu amigo sin que me conozcas O sin escuchar mi voz o sentir mi presencia Sabes que estoy aquí Sin pedir nada a cambio Desde los ojos que aún no contemplan el mar O viven en los cielos donde las montañas dominan O donde no hay nadie con quien conversar. Yo puedo decirte que no me he movido Que estoy presente y algo bueno debo decirte Entre todas las decepciones y angustias del día O tal vez, cuando ella se fue O él se volvió a

¡Que amanezca otra vez! Que el Sol no esté ausente en nuestros rostros Que la rutina no nos agobie Siempre hay algo entre un minuto a otro que es cambiante Y del nuevo día No quiero perderme nada. ¡Que sea claro el día y que su luminosidad nos diga cosas diferentes! Un amigo te pide decir cosas que antes no haya escuchado Una muchacha. 10 muchachas, 100 muchachas, todas las muchachas Esperan ese amor que aún no se ha escrito Donde ellas sean las protagonistas Y sin duda, habrán de serlo. Si bien, las noches son bellas y acogedoras Lo es mejor el día cuando una pareja de enamorados se sienten dueños de todo ¡Que no me vuelvan a decir que la vida no es fácil! Que me encuentre el día ante la muchacha bella que sonríe O que el amor me sorprenda de manera fulminante Sin temor a arrepentirme. Que prosigan las canciones donde algo nuevo se canta No importa cuánto se gane o se pierda No importa la calle vacía o llena de gente Importa lo q