LOS HOMBRES QUE HABLABAN SOLO DE SUS MUJERES
¿Y qué tal, cómo va todo en la costa? El tipo era alto y moreno, de mirada cansada o perdida, debajo de unos anteojos donde pareciera descansara de noches largas y tediosas donde ocurriera siempre lo mismo. Pues nada, allí en mis dos locales de siempre, tú sabes, siempre llegan 4 o 5 muchachas nuevas, uno tienen que darles la bienvenida, es decir su probadita, previa auscultación del ginecólogo y el dermatólogo, tengo una reputación que proteger, ¿puedes dejar de fumar?, todas las noches aspiro a tabaco y he venido a Arequipa para tratar de respirar un poco de aire puro. Claro, podría dejar de fumar, pero no, no lo haré, sucede que yo también estoy cansado al olor al sexo, no sé cómo sacármelo del cuerpo y el solo tenerte presente hace que el olor se avive. El tipo volteo la mirada hacia el auto de la cochera en el jardín. Entonces, ¿no vas a apagar tu tabaco? Mejor dime qué tales están las nuevas muchachas que te han llegado, total, sabes que te visitaré cuando esté ...