Julio Mauricio Pacheco Polanco (EL VARÓN QUE RECUPERÓ SU FELICIDAD)

En algún lugar del mundo Hay un tipo que no habla con nadie Que ama el silencio Y puede pasar días enteros escribiendo Sin pronunciar una sola palabra. Es alguien que ha prescindido de todo A base de desengaños De mentiras a tiempo De amores que no existen De horas donde está lleno de todo el verbo conocido Y que sin embargo en su rudeza Prefiere estar solo A sentir el olor excitado de los sodomitas. Solo habla cuando le hace el amor a las maestras Las que quieren entender qué siente ese tipo Cuando se gasta todos sus ahorros Y hasta se priva de comer por días enteros Solo para en esas horas de sexo insaciable Hable y hable hasta más no poder Cosas maravillosas Cosas que las enloquece Cosas que no han sido escritas aún en los libros buscados y esperados. Hay un tipo en algún lugar del mundo Que cuenta los días hasta que sea la quincena Con el fin de volver a sonreír Mientras ama a esas muchachas que saben complacerle. Así son

Nadie ha podido explicar los fenómenos del Cielo nocturno, Pocas personas han  sido las afortunadas de ver en éste Cuando se han formulados deseos, antes de perder la Fe. Hace muchos años, vi moverse a una Y entonces supe parte de los misterios que otros hombres Llamados astrónomos, en vida, hubieran hecho todo lo posible Por presenciar. La estrella se había movido y, yo lo había olvidado, Con este pasar de los años. Porque pensé en la estrella de Sirius mientras pensaba en lo que quiero, Pues no pedí fortuna ni fama, Mientras la Estrella que contemplaba hace un momento Empezó a moverse hasta desaparecer, Y esto no me extrañó, porque antes ya había visto algo igual, Para ser preciso, dos veces, Una en el cielo de Cayma, y otra, en el cielo de Mollendo. Hoy volvió a ocurrir, La estrella empezó a moverse hasta desaparecer. Como bien empecé a escribir, Nadie ha podido explicar los fenómenos del Cielo nocturno, Pocas personas han sido las afor