LOS HOMBRES QUE FOLLABAN 8 HORAS SIN PARAR
Aún mantengo mis 8 horas de sexo continuo, expresó sonriente el muchachón de 30 años con su tío. Él le respondió, siendo un hombre maduro, de 60 años aproximadamente, yo ya no tengo ese ritmo, llego a las 3 horas y media y con eso me doy por satisfecho. En ese momento, pensé en mis sesiones de dos horas de sexo continuo, cuando sentado en la cama, viendo a mis mujeres decir basta, ya no quiero más sexo, contemplaba mi miembro viril erecto, duro como un fierro y, yo, con mi salacidad, con más ganas de seguir haciendo el amor. Es un crimen pagarle a una mujer por 11 miserables minutos de sexo. Quien haya escrito sobre esto para el amor, no sabe nada del hombre y de la mujer, no sabe nada del sexo, o nos mintió a todos. Porque este hombre maduro me decía, ahora sé, con ánimos inconfesables de la vida sexual de los casados, de los amantes infatigables, de los que tienen el vigor de las mulas, de los caballos de fuerza que mueven barcos, de los que acostumbrados a tener tal cantid...