Julio Mauricio Pacheco Polanco (EL VARÓN QUE RECUPERÓ SU FELICIDAD)

Debe ser la noche un callejón empedrado como en Yanahuara, Una mujer china besándome otra vez sin que hablemos el mismo idioma, 20 minutos con una Kola Real desde lo alto de un mirador para contemplar la ciudad, solo, La fiesta donde unos tenemos sexo y otros alardean sin saber de lo que hablan, 4 horas bailando sin cesar rock de los ochentas, otra vez solo, o con una peonza verdadera, 15 minutos de diálogo con un hombre de mundo donde se es puntual, 2 minutos calando un tabaco en una esquina oscura para contemplar las estrellas, 30 minutos de ruta para quedarse 10 minutos solo en el desierto de la carretera Y filosofar, sacar el mamotreto y, escribir un poema. 1 hora de retorno a pie rechazando las tolvas de los camioneros que te quieren recoger, 5 segundos para detenerse en la carretera y pensar: ¿qué hacemos aquí? 15 minutos para regresar en la tolva de un camión a la ciudad luego de darle las gracias, 1 minuto para sacudirse del polvo del desi

¿Qué buscaban? Tal vez un nombre, tal vez ser hombres, Tal vez el mundo o lo que nadie supo ni nadie sabrá. Una noche de amor que se olvidó La aventura feliz donde no sabías que perderías el alma Las ciudades donde lloraste he hiciste el juramento La decepción de los maestros sabios que solo mintieron Los años que se fueron sin que sepas qué es tu vida El lecho donde está la mujer que ya no amas La máscara con la cual pretendes engañar a todos Tu silencio donde sabes, eres solo una copia de otros Los momentos donde descubriste que ser auténtico van más allá del límite Las horas donde otros han vencido Los libros quemados donde sabes, no existes. Puedo hablar de los que se mienten diariamente Describir a cada una de las personas que conozco Y afirmar de los errores donde la sabiduría es predicar lo que no se sabe O enseñar lo que nunca se aplicó en sus vidas. ¿Sabes dónde está el saber de los sinceros? ¡Ah, sinceridad, algo raro de en