DEL ALCOHOL, COCAÍNA, MARIHUANA Y LA CALLE
Mauricio, no lo hagas, mírame a mí, no puedo más, tengo miedo, mucho miedo, siento que me van a matar en cualquier momento. Debo remitirme desde cuando fue detenido por haber lanzado balas al aire en una discoteca muy concurrida de la ciudad, era un tipo de esos que no hablan mucho y saben bien qué es una pelea callejera, alguien con familiares abogados que sabían cómo sacarlo de sus querellas para luego internarlo en un psiquiátrico por unos días sin que nadie hiciera preguntas. Alguien que había cruzado la línea muchas veces y se había desgraciado sin culpa alguna. No lo hagas, Mauricio, el alcohol es el peor de todos los vicios, dime, dónde están ahora mis amigos de chupa, dónde que no los veo, me han dejado solo. No bebas nunca, Mauricio, yo soy el rey de este barrio, pero nadie me quita esta agitación en el pecho y este temor a que me maten en cualquier momento, ¿puedes entenderme?, mira todas las mujeres que he tenido, solo me hacen chupar, me hacen beber ...