EL UNGIDO
Qué pequeña creatura me consuela a esta hora enceguecida. -he tomado de su mano el néctar de sus besos de labios puros y temblorosos. .¿sabe qué es el amor?, porque tiene la mirada valiente de las primerizas, las que no saben qué precede en el amor. Si hemos de ser hombres fuertes que retornamos cuando la Luna se cansa de estar sobre mares profundos, ¿nuestros pies hallarán descanso sobre arenas firmes donde otras promesas nos sonrían? -ella me observa como si fuera un objeto curioso, me pregunto si antes vio a un hombre, si hombre signifique sangre, combate, duelos, la parca caminando sin permiso, diablos, demonios y, dádivas de nuestro generoso Dios. -agradables de oler, sus perfumes rociados sobre mis manos parecieran propios para profetas, ¿creerá que soy un ser ultramarino que trae verdades necesarias desde donde provengo? -su mirada parece estar hechizada, dormidos sus ojos, apenas pueden ver la claridad de los míos, entre dedos sedosos que parecen ...