EL VARÓN QUE HIZO MENSTRUAR A LA MUJER
La mujer me llamó angustiada, me decía que tenía que hablar seriamente conmigo. Media hora después me dijo que no le bajaba la regla, que ya no éramos dos, sino que íbamos a ser tres, que estaba en mí decidir seguir adelante en la relación, que ella iba a tener el bebé, que no pensaba tomar pastillas abortivas ni ir donde un ginecólogo para que le hiciera un aborto. Prendí un cigarrillo y le miré a los ojos: ¿me amas? Contestó que sí. Le hice la pregunta con la que empezamos la relación de pareja: ¿no me mentirías jamás? ¡Claro que no! Calé del cigarrillo y la contemplé para volver a decir: ¿sabes que toda relación de pareja se basa en la mutua confianza y que si una parte miente, fracasa la relación? ¡Es tu hijo, Mauricio!, no te estoy mintiendo. Entonces estarás de acuerdo que el hijo a tener es decisión de ambos, no solo de ti. ¡Debiste pensar en ello antes de embarazarme! Medité en qué momento fue el descuido, no le di importancia, sé que los métodos antico...