Julio Mauricio Pacheco Polanco (EL VARÓN QUE RECUPERÓ SU FELICIDAD)

Yo soy el niño que tenía que ser hombre Yo soy el hombre que no tiene temor a ser hombre El que tiene La ley en la palabra El que se ajustó al sistema A pesar de haber sido por antonomasia, un rebelde con causa Yo soy el hombre que sonríe cuando otros temen morir Soy el que disfruta de las mujeres y en ello soy muy feliz No me pesa ser hombre No tengo límite alguno y mi honestidad no ha sido mancillada jamás Soy el que conoce los caminos de retorno porque por allí transito Yo soy el niño que nunca tuvo un peluche El que es capaz de complacerse en su soledad El que vio a Dios varias veces El que en este momento se siente orgulloso de sí mismo Soy el hombre que quise ser cuando era niño. El niño que había en mí ahora es un adulto que maduró serenamente Soy el que no tiene miedo a ser adulto Soy el que ya no tiene nada qué demostrar Yo soy el niño que tenía que ser hombre Así debía ser, así es y así soy. Julio Mauricio Pacheco Polan

Que cuántas veces perdí la fe Tal vez muchas veces -decir tal vez es una manera ambigua de decir que no nací para vivir sin un norte- Debo ser claro: en todo hallo conocimiento Y para mí todo es poesía. ¿Será siempre esta paz en mi habitación, calando un tabaco Sabiéndome solo y libre? Te he visto en un carro del año Mas ya no eres la muchacha bella que conocí, Me pregunté quién tenía más en ese momento Tú con tu auto del año y tu rostro desdichado O yo con mi tabaco sin temerle a nada. Puedes llenarte de todo tipo de lujo Recorrer el mundo y estar en los lugares donde solos pocos pueden entrar Darte la mano con la verdadera gente importante Pero tu corazón no late con una óptima canción Ni las 11:00 p.m. son horas para escribir algo sobre los que agradecemos. Que cuántas veces perdí la fe Una calle donde no había dónde ocultarse Las muchachas que no retornaban al día siguiente Mis fracasos que solo yo entiendo, Porqué entonces d

Naturalmente las angustias de los embarazos no deseados -siempre habrá novatos para el amor- Han encontrado a hombres que no llegaron sabios para saber qué es la vida. Hacer el amor mientras el bebé llora no es lo mismo A hacer el amor cuando se sabe de todas las maneras de no embarazar a una mujer. Y no es que uno deba confiarse en los remedios de la mujer Sean caseros o los que se necesiten en una clínica discreta. Una cosa es poder hacer el amor sabiendo que disfrutarás al máximo Sin llevarte sorpresas cuando no le baje la regla -porque entonces sabes que deberás trabajar quieras o no- Y otra muy distinta, el lidiar con los días duros en el trabajo, El soportar a gente que debe empezar a agradarte a la fuerza -que siempre hay alguien más listo que uno, que el dinero no se gana con facilidad- Porque si el pan ha llegado a la mesa con mucho esfuerzo No te van a dar ganas de hacer el amor Y con otros ojos mirarás a la mujer que te ha dado un