200 SOLES
Al entrar, encontré a un par de muchachas que inmediatamente empezaron a reír de alegría. ¿Fueron ya tuyas ellas Mauricio?, las miré y trataba de recordarlas, creo que sí, le respondí a mi amigo. Una de ellas, una muchacha de algo de 20 años me dijo entonces mientras llevaba una sonrisa de felicidad en su rostro: “ahora vas a saber qué sentimos nosotras cuando nos haces el amor. Hay una mujer que se ha enterado de ti y quiere hacerte el amor”. No me extrañó ello para nada, mucho menos cuando agregó: “ahora sí podrás hacer el amor todas las horas que quieras, ella está pagando por un superhombre que pueda satisfacerla y, quiere al igual que tus exigencias, hacer el amor por horas de horas”. La otra muchacha que estaba sentada en el sofá reía también mientras me decía: “te va a agarrar a latigazos y dominar como lo haces con nosotras. Queremos escuchar cómo la haces gritar de placer. Es una mujer muy exigente que quiere sentir amor”. ¿Y está aquí? Mi amigo dijo, no aún no ha venido,...