TOCCATA
¡Ah, pocos son los que pueden disfrutar del canto
victorioso!
En las pincacotecas el virtuoso comparte el saber milenario
Que ha logrado entender en su corazón, cuando le hablaron
del hombre.
El esfuerzo, el sudor y las lágrimas nunca se apartaron del Bien
Cuando éste debió triunfar, en el momento de las verdades
comunes.
¡Toca así el muchacho virtuoso para los corazones serenos y
justos!
No puede un vil jamás entender el prodigio de los genios
Que en sintonía con Nuestro Señor, escuchó los sentimientos
del universo
Y así compuso su Opus Magnum para gloria del ser humano,
De las tardes donde la sangre no impidió ir más allá
La sangre de los héroes, de los mártires, de los que llegaron
hasta el final
Y jamás la muerte les impidió perseverar en lo que
propusieron para el mundo.
Así de magnífico es el hombre cuando comprende la causa de
los sacrificados
Los que en su despertar, fueron llamados para dar testimonio
de la fe
De lo que somos capaces de lograr, cuando el empeño supera
todo obstáculo.
La melodía imposible siempre fue una conquista para el
alegro nuestro,
Los exaltados hallan sabiduría en las vibraciones del que
siendo virtuoso
Ignora y debe ignorar de los errores del que solo
maldiciones deja a la humanidad.
El destino de los apartados es como el corazón de los que de
la maldad están alejados,
¿Cómo es la creación de quienes influencia alguna de otros
jamás tuvieron?
¿Cómo son los pensamientos originales de quien como único
maestro así mismo tuvieron?
¡Apartaos mediocres y granujas!, que sus pestilencias y
maledicencias no estorben,
A todos la justicia les llamó a ser mejores
¡Por tanto no eleven quejas de sus desgracias!,
Dios es misericordioso, pero en este mundo, la fortuna que
es traicionera
A todos les ha de dar su oportunidad,
¡Atento joven lector!, que te ofrecerán oros y moras
Que no gane el ojo ante lo que se esfume en tu deshonra,
Los privilegios son duros de llevar, mas es el destino de
los oportunistas la calle
Esos antros de los que entre sí se han de odiar.
Toccata pues muchacho virtuoso, ¡Toccata por siempre!,
Que en las pincacotecas, los de noble corazón en silencio te
han de escuchar
Para la honra del hombre virtuoso que debe permanecer así.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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