LOS HOMBRES SIN LIBERTAD
Prendo un tabaco, el día ha sido largo y no he podido pegar los ojos, sin embargo debo pasar la noche aquí, en medio de la soledad de la calle, caminando constantemente para que el frío no me venza. ¿Por qué me dijo el otro agente de seguridad si yo era otro agente solitario más? Lo recuerdo a sus 40 años, sentado en su escritorio, con una mirada que ya no espera nada, seguro de sí mismo pero a la vez seguro de nada, resignado. Es otro solitario más que trabaja aquí porque no tiene más nada qué hacer. Y qué, no tiene pareja entonces. Creo que alguna vez la tuvo pero ya no le han quedado ganas de volver a amar, sin embargo sé que es muy discreto y tiene algunas amigas a las cuales visita cuando cobra su mes, mujeres que son madres solteras que lo comparten porque comparten soledades parecidas. Fumo con más intensidad mi tabaco, tengo que hacerlo porque mis manos están muy heladas. No hay nadie con quien conversar. La música de la pequeña radio que llevo en el gabán a esta...