Julio Mauricio Pacheco Polanco (EL VARÓN QUE RECUPERÓ SU FELICIDAD)

¿Y puedes resistirlo así no más como si nada hubiera ocurrido? He resistido cosas peores, creo que nos endurecemos con el pasar del tiempo. ¿Y ni una botella de licor, drogas, nada? Todo se termina por desvanecer, hasta las horas donde el sueño no llega y no nos atraen ni los libros ni salir a ver qué noticias hay en la ciudad, ¿te parece que haya algo nuevo? No sé, tal vez enterarse de los demás. Eso lo sé de memoria, prefiero el silencio de lo que tengo, ¿sabes que las noches son afables cuando todo miedo ha sido vencido? ¿Y entonces, qué harás? Escribir como siempre, sabes bien que la literatura es infinita. Ella se levantó de la cama mientras hacía a un lado su cabello largo negro. Se te vé bien así, con el tono del foco de luz blanca. ¿Has pensado en las mujeres que dejaste en el camino? No me vengas con el discurso trillado que estoy muy desgastado. No, no me refiero a eso. ¿Y si cada una de ellas esperó algo de ti, y si fuiste su última esperanza? Todos somos eso

No pretendas muchacha solo lo atractivo Los leones son fieras cuyo magnetismo se paga con la muerte De igual manera, no dijeron de la belleza irresistible de Medusa jamás. Porque para el amor no hay el debe ser Porque antes de pedir hay que rechazarlo todo ¿Fue la mujer hallada la esperada? ¿Cuesta mucho entender que no somos copias de otras copias? Que dé un paso sobre el pavimento contando hasta 10 no es una manía terrible Hay toda una filosofía en el acto Sea así entonces la mujer como el varón: Inéditos y fieles así mismos hasta que se entiendan. Entenderse, ¿si pocos lo logran, porqué pedir tanto? De antemano la comunicación es un fracaso Porque cuando hablo de libertad otras cosas entienden las mujeres Libertad para esto, libertad para lo otro, libertad para aquello ¡Qué manera tan caótica para decir libertad! Fue la palabra un azar que se llenó de vivencias Y no fue tu ciudad la misma que la mía Ni el tamaño de la Luna igual a l

Tienes que desentenderte de ti, darle libertad a otras temáticas; escribes e insistes en escribir siempre sobre los mismos temas; está bien, entiendo que admiras mucho la sabiduría y crees que la literatura parte del aprendizaje, que solo de esa manera puedes darle vida a los personajes de tus historias, que solo de esa forma tu poesía puede ser sincera y, no te digo que esté mal, de vez en cuando puedes recurrir a ello, pero todo aprendizaje llega a su final llegado el momento, según sea el estadio de vida que lleves, todo poema está destinado a no pertenecer al poeta, está destinado a ser poesía, más allá de tu conocimiento, si es que así se entienda al arte: una propuesta donde no esté el autor. Estos días sin mucho presupuesto me hicieron sentir un sabor diferente a los mates de manzanilla como a las jarras con café. En realidad son muy diferentes los días nublados en Arequipa a los del puerto; allí la humedad es agradable he invita a no levantarse de la cama luego