ESCRIBIR ES TAMBIÉN UNA FORMA DE ACOMPAÑAR







De lo que viva o escriba
En la soledad de alguien desde cualquier parte
Viven los poemas para la muchacha que está sola
Para el hombre que llora en su habitación sin compañía
O para los que se aman y a veces, comentan mis escritos.
Porque puedes abrir un libro o entrar a una red social
Y sabes que siempre voy a estar allí
Acompañándote cuando ya no hay amigos
Cuando la enfermedad aflige y ya no hay esperanzas
Cuando se vive a través de mis pasiones.
Porque escribir es también una forma de acompañar
De ser tu amigo sin que me conozcas
O sin escuchar mi voz o sentir mi presencia
Sabes que estoy aquí
Sin pedir nada a cambio
Desde los ojos que aún no contemplan el mar
O viven en los cielos donde las montañas dominan
O donde no hay nadie con quien conversar.
Yo puedo decirte que no me he movido
Que estoy presente y algo bueno debo decirte
Entre todas las decepciones y angustias del día
O tal vez, cuando ella se fue
O él se volvió a enamorar
Y para ambos sin embargo, las cosas no van bien
O tal vez, quizás, acabo de escribir lo que es simple
Y aún no fue dicho y, sin embargo, sigo aquí
A tu lado, desde la habitación oscura
O en la carretera que no conoceré
O el amanecer donde es necesario recordar qué es la felicidad.
Y sé que no es fácil tener por siempre un amigo
Alguien que te cuente de sus cosas por más bobas que sean
O la profundidad del verso te remueva todo
Y para el que se rindió, el orbe sea otra vez una tentación.
No, no me marcho ni lo haré
Aquí estoy en las horas de prisión
O en los días de tristeza, cuando el desamor venza
O cuando quieras reconocerte
Al entender que escribir
Es una forma de acompañar.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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