DE CUANDO LA COSTUMBRE SUCUMBE ANTE UN MILLÓN DE MILLAS



Estoy a un millón de millas de lo que te pasa a ti
Esos pasillos grises me dijeron que la demencia es otra cosa,
Yo vi al hombre llorar cuando se quedó sin opciones,
Estoy muy lejos, por eso escribo, porque voy más adelante en el camino.
Sé qué es lo oscuro cuando las personas dicen: “no sé qué más hacer”,
La locura es algo tan normal cuando se es demasiado lúcido,
El miedo algo tan cotidiano para los más fuertes,
Debe ser la costumbre de estos días.
Me quedé donde pocos saben qué es amor propio,
El diario traía noticias tristes, no hubo muchacha hoy día,
Solo un tabaco, un vaso con KR,
El viejo blues de una guitarra a media noche desde la PC,
Los poemas de Novalis cuando recién lo entendí,
Algunos recuerdos que siempre retornan,
Esta necesidad de escribir como si fuera lo último que hiciera,
Tan normal es esta noche, como lo son todas,
Los temores, esos temores, cómo suelen asaltarnos a veces,
Un sorbo de la cola negra, una calada al tabaco
Y decimos: “nada ha pasado”,
Debe ser la costumbre de estos días.
He pensado en ti cuando eras bella
Y también he pensado en las demás cuando eran bellas,
He pensado en la hora nocturna cuando cerraban las Bibliotecas,
En la muchacha que me preguntó una vez: ¿dónde está la vida?
Debí hacerle el amor, pero no soy tan listo como todos,
Así algunas se quedaron, y otras me odiaron,
Suele pasar siempre, es algo que no me extraña,
Debe ser la costumbre de estos días.
¿Un poema lo dice todo?, creo que sí,
Pero yo diría que eso depende de la honda vivencia del lector,
La palabra puede ser tan intensa como un grito desgarrador a media noche
O tan superficial como un: “no lo entendí”.
Pero si me preguntas qué hay más adelante en el camino
Solo hallarás en mí silencio,
Nadie tiene el derecho a ser vidente en el preciado destino de los demás.
Pasa a menudo mientras escribo y nada más puedo hacer,
Y sí, sé,
Debe ser la costumbre de estos días, es tanta la costumbre, tanta
Y sin embargo escribo porque largo ha sido el recorrido,
Apenas un millón de millas, un millón de millas.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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