DE CUANDO LA TIERRA ERA ESFÉRICA Y OTRAS RAZONES



Piteas se extrañó de ver mujeres tan bellas
Resistentes al frío donde el Sol se ve a medianoche
Antes de la Era de Nuestro Señor,
Y pensó, podría educarlas en nuestras ciencias
Que bien pueden ser bárbaras
Pero sabiendo de la salacidad del hombre,
Nuestra descendencia podría ser dominada
Por quienes alcanzan el samaia
Que tendrán a sus pies a cuanto guerrero se enamore.
Así dijo a Eratóstones este marino mercante
Que llegó hasta donde la nieve cubre lagos
Y sus hombres las desprecian por divinidades más superlativas.
Porque estos libros de la escuela de los pitagóricos
Tuvieron que ser guardados hasta llegar a manos de Colón
Cuando Isabel La Católica impusiera su credo
Para su larga vida en el tiempo,
Como es en las Américas.
Sefarad sabía de esto, desde entonces
Pero los manuscritos perdidos dicen que allí acababa el mundo
Extendido hasta las montañas donde termina la India.
El Dios Wiracocha sin embargo ya había puesto pie
En la tierra donde el Sol hace la piel cobriza
Y no quiso volver de su largo viaje,
Y así en secreto los gobernantes
A sus asuntos se ocuparon
Hasta que cambiara el mundo, entre la brújula y la pólvora,
La necesidad del oro y otros misterios
En el momento de la decadencia,
Cuando Europa volteara a los libros griegos
Y develara lo que ya se sabía,
Que la tierra era esférica.
Así lo dijo Aristóteles,
Y así Macedonia en su destino
Supo del apogeo y la tragedia
Hatas la batalla del Hidaspes.
¡Esos elefantes cuyo olor espantó a las caballerías invencibles
Condujeron a la pregunta inevitable a Poros!
“Trátame como a un Rey”, finalmente dijo al gran Alejandro.
Y así, el conocimiento de la esfericidad de la tierra
Tuvo que esperar más de mil años
Para saber lo que ahora sabemos.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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