DIÁLOGO ANTES DE ENTABLAR UNA RELACIÓN DE PAREJA
Debes entender muchacha que ser
mujer, no significa depender emocional ni económicamente de un hombre, que eres
libre de asumir tus propias decisiones, que tienes derecho a ser autónoma y
primero haberte entendido para así, poder entender a las demás personas y
escucharme en este caso a mí, que soy hombre. Si te deseo sumisa, eso no quiere
decir que no me guste el sexo donde seas la que tome la iniciativa y quieras
ser dominante, ello también me excita, me excita que te atrevas a ser también
la guía en el momento del sexo, que me enseñes a hacer el amor como tú lo
sientes mejor, porque eso me hará sentir mejor a mí. No quiero que esperes una
llamada mía para que sientas que el día tiene sentido, ni tampoco es de mi
interés revisar tu celular o WhatsApp. Si me eres infiel, usaré entonces
preservativo y no me molestaré, si quieres seguir disfrutando al hacer el amor
conmigo, pues lo haremos, pero ya no seremos pareja, ya no habrá vínculos entre
tú y yo. Las muchachas que desean ser felices en el lecho están en todas
partes. Si debiera preocuparme por el hecho que me fuiste infiel, te diré que
no lo haría, meditaría sobre el error en mis búsquedas al momento de elegir
pareja y, para la próxima vez, no estaría con alguien que trasgrede la unión
por querer dejarse llevar por esos instintos que entiendo son normales, que me
pudieron jugar una mala pasada a mí también, pero pasa que cuando estoy en una relación
de pareja, reservo todos mis instintos animales y perversos para con quien
esté. Así que no lo tomaré como una ofensa u agravio a mi virilidad, pensaré
que cometí un error al momento de elegir a alguien que no sabe controlarse y,
como te reitero, si gustas, podremos hacer el amor, tener sexo continuo como
siempre, te seguiré sintiendo como si fueras mi mujer, pero ya no estarás
dentro de la que puede ser llamada, “la favorita”, así que no tendrás ningún
derecho sobre mí, porque si bien, no soy celoso, entiendo que no eres tú quien
precisamente deba quedarse a mi lado. Ahora, si filosofas como siempre sueles
hacerlo, de la manera que tanto me agrada, haciéndome pensar, generándome
interrogantes para mis escritos, te diré que no me haré problemas en seguir
siendo amigos, sabes que me gusta filosofar, pero ello no significa que cuando
más me necesites y yo no pueda estar allí, sea porque quizás esté haciendo el
amor con otra muchacha de las tantas donde tú ya formas parte, deberás
comprender que a lo mucho, mientras esté haciendo el amor, te hablaré desde el
celular y seré tu mejor amigo si así lo prefieres, pero ya no estarás dentro de
mis prioridades.
No tienes entonces aclarado el
tema, estar pensando todo el día en mí o hacer todo lo que haces, por mí. Yo no
soy esa razón que buscas para darle un sentido a tu vida. Tampoco debo ser el
que te haga la terapia cuando te deprimas, no soy bueno dando consejos, cada
vez que los doy, las personas sienten una revolución dentro de sí mismas y, eso
me da miedo, porque soy responsable por cada palabra que digo y, tras mi
entusiasmo por la vida, suelo alcanzar alientos donde la realidad termina por
desengañar más a las personas que creen como yo, que todo es posible. No te
limites a nada si es que de pronto quieres crecer profesionalmente y debas
renunciar a mí, no te preocupes, lo entenderé, porque eso podría pasar conmigo
y, ambos sabemos, nuestros sueños no pueden estar supeditados al sexo a pesar
de ser lo más bello que hay entre un hombre libre y una mujer libre. Adelante,
si debes seguir tus metas, estoy de acuerdo, no te odiaré, te daré las gracias
por haberte conocido y haberme hecho muy feliz. Ello lo comprenderás cuando me
veas feliz al verte realizar tus metas y no intente retenerte o aferrarme a lo
que fue bello en su momento y cumplió su
ciclo. Sin duda, otra muchacha querrá también saber de mí, como yo de ella y,
tal vez pase un tiempo entre los brazos de muchas muchachas hasta desde mi
nuevo estadio de vida, en el largo aprendizaje que es la vida de los libres,
vuelva a elegir a otra muchacha que me eleve sobre vivencias donde el amor sea
una experiencia que me descubra ante emociones donde antes nunca estuve y me
permitan crecer como persona.
Estaré feliz por ti, feliz de
saber que formé parte de tu crecimiento personal, que alguna vez fuimos más que
amigos, más que amantes y, no te negaré, celebraré tus éxitos dentro del mundo,
como creo que tú harías lo mismo. Y si acaso aprendiste de mi libertad y sea
con el tiempo un grato recuerdo en los otros años cuando me llames para
recordar lo bien que la pasamos y cuán felices fuimos alguna vez, podremos
salir a tomar un café y calar unos tabacos y filosofar como en los viejos
tiempos y, si nos nace, volveremos a hacer el amor para no saber hasta cuándo
nos volvamos a encontrar.
Por ello, no pienses todo el
tiempo que tras nuestra unión, mis derechos sobre ti sean en términos de
esclavitud, una cosa es que aceptes que te someta en el lecho y allí te haga
sentir el amor para luego de haberte hecho mía, retome mis escritos, sin
esperar más nada de ti, porque no necesito que me digas Te Amo, o cosas que me
parecen están fuera de contexto, porque se supone que he elegido a una mujer
superior que está de acuerdo con que escriba, que sabe que no deseo tener
hijos, que eso es decisión de dos, no de ti solamente y, que eres importante
para mí, porque me inspiras a escribir, como espero yo, te inspire a ir tras
tus metas, que si en el perseverar de la vida, nos quedamos juntos por ser muy
perfecta nuestra unión, estaré feliz, pero si no se pueda dar este ideal, no
habrá nada qué temer, porque cuando nos conocimos, luego de hacer el amor y
darnos cuenta que nos gusta hacerlo juntos, nos sentaremos a la mesa de un café
y dialogaremos claro, hablaremos qué pasa con nosotros, qué esperamos de ambos
y, qué queremos de la vida. Si por esas razones válidas de la vida, llegásemos
a un acuerdo y vea que estás en un nivel elevado de vida como yo lo estoy,
aceptaré ser tu pareja estable, visitaremos a un ginecólogo para que nos trate
y así poder tener todo el sexo posible que queramos sin que resultes embarazada
y ninguna de nuestras metas se trunque con niños que de pronto cambien
totalmente nuestras vidas. Y te mostraré con
orgullo ante mis amistades y te llevaré de la mano siendo consciente que
te llevas una etapa de mi vida que no se volverá a repetir, como igual te pase
a ti y, daremos las gracias al universo, por el amor que vivimos, sintiendo
solo el presente, porque eso es lo único que existe, inclusive en el amor.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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