EL HOMBRE COMO PRODUCTO DE LA SOCIEDAD




Acepto que eres diferente,
Acepto que quieras gritarlo a los cuatro vientos
Y hables de tu orgullo,
Más aún cuando dices que el hombre es un producto
Que el hombre se hace,
Porque yo me hice rompiendo rocas a 4,200 m.s.n.m.
Teniendo que lidiar contra acosadores homosexuales,
Vendiendo periódicos en plena ciudad
Aguantando tipos rudos en las fábricas
Siendo agente de seguridad donde puse el cañón de la pistola en mi boca una noche
Yo recorrí la ciudad haciendo encuestas para saber cuánto vale ganarse un pan
Fui operario de máquinas laborando 18 horas diarias y quedándome sin vida
Enloquecí a los 25 años
Para luego, a los 28, a partir de entonces
Fuera internado consecutivamente durante 5 años
Mientras me inyectaban Haldol Decanoas de 100 ml
Si acaso antes de cumplir los 20 años
Ya me hicieron terapias de electrochoques
Porque los neurolépticos que me recetaban
Me producían estados catatónicos
O porque tuve que abandonar varias veces la universidad
Y no precisamente por ser un asno, sino por querer cambiarla
Y ser castigado con el ostracismo,
Si acaso ninguna mujer quiso saber de mí hasta los 41 años.
Entiendo que eres diferente
Y que quieres ser aceptado
Que cuando dices que el hombre se construye
Que es un producto de la sociedad
¿Debo pensar acaso que te queda grande el título de Hombre?
Me dejas concluir en que cualquiera no es Hombre,
Así que no me vengas con tus orgullos falsos
Ni mucho menos a querer decir que el mundo ha cambiado,
Todos hemos peleado por nuestro espacio propio,
No vengas a imponer por tanto tu falta de gallardía
Porque me recuerdas todos los desafíos que asumí sin recompensa,
El mediodía en que me tomé una foto desnudo en plena Plaza de Armas
Cuando dije que nadie me vencería
A mis 31 años
Cuando el futuro nunca fue una garantía para nadie
Menos para mí.
En serio, no te creo, no te creo cuando hablas del Hombre,
Mucho menos cuando dices que éste es un producto de la sociedad.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

Todos los Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO