EL LLAMADO
Yo rompí el silencio cuando las muchedumbres esperaban.
La bandera flameaba y en ella estaba escrito: Libertad.
Yo que le temía a la oscuridad, no pude dar un paso atrás
Y me interné en medio de una ciudad llena de calles.
Yo rompí el silencio cuando todos murmuraban: ¡Justicia!,
Eran mis 27 años y la cita de todos los hombres,
No sé cómo se escriba la historia que hace girar al mundo,
No sé qué mueve a los hombres cuando más no se puede callar,
Mis vísceras fueron un aliento de horas intensas,
Un pulmón que lleno de furia no quiso rendirse,
¿Recuerdas la noche del: ¡Sí, se puede!?
¿Recuerdas ese grito que repetía sin desmayar una vez más
El reiterado: ¡Nunca más!?
Porque yo solo alcancé a ver los extramuros donde se
estrellaban mis palabras
Y así, paso a paso, acudía a mi cita con la historia.
Yo rompí el silencio cuando los muchachos desaparecían
Cuando los psiquiátricos negaban razones justas,
Cuando el miedo vencía, cuando los brazos del pueblo se
hacían más tensos.
La bandera flameaba sin ser alzada y alguien debía tomarla,
Los versos eran solo palabras que añoraban esperanzas
perdidas,
Las calles, lugares de encuentro en silencio,
Las plazas, un lugar donde las miradas decían todo
Y todo era incierto, como lo son las horas cuando hay que ser
resuelto,
Cuando protestar era demasiado peligroso.
Y rompí el silencio hasta llegar a las autoridades
Para repetir lo que en la historia el hombre ha hecho de su
lucha
Y rompí el silencio para gritar como solo se grita a los 27
años: ¡Libertad!
Y fue así, cuando fui el Poeta en su encuentro con sus
versos,
Con lo que me llenaba antes de ser lo que soy
Cuando fluyó de mis adentros el verbo que era el de todos,
Cuando otra Patria soñé, desde que rompí el silencio.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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