EL MAESTRO



Dicen los eruditos que, hay un hombre en este mundo
Que es buscado infatigablemente desde hace siglos.
De su sabiduría se habla mucho
Y también de sus dones extraordinarios
Para con los conocimientos indispensables
No solo para ser feliz, sino, para ser tan centenario como él.
Todo el aprendizaje humano se resume en él,
Y todo credo y ciencia es superado más allá de lo creíble.
Entre caminos no conocidos y otros llenos de ansiedad
Mientras se le ha buscado, selvas e islas magníficas han sido halladas
Y esos libros hallados donde se le mencionan, más sabios ha hecho a sus buscadores.
Especies nuevas de animales
Como teorías excéntricas sobre el origen del hombre ha provocado su leyenda,
Fortunas ante el final de la vida han sido entregadas
Para recuperar el aliento bisoño, el no querer partir de este estar,
Más es vano todo intento, porque en el afán que queda detrás de las montañas
O el continente oculto, donde los hombres vuelan
Y los niños no maduran y el amor no vence y la inocencia triunfa,
Hallazgos maravillosos se han sucedido a lo largo del tiempo
Entre las ciudades de hielo y los hombres que danzan alrededor del fuego.
Se han escrito centenas de libros relatando hazañas
Mientras se le busca, historias magníficas, llenas de proezas
Y propias del hombre que busca y no quiere pasar en vano por el mundo.
Dicen los maestros y sacerdotes que ese hombre lleva una lámpara en la mano
Y en otra, un reloj de arena milenario confeccionado por él mismo.
Han afirmado con mucha precisión que él conoce el futuro
Y ha examinado con lucidez el pasado como buen esclarecido y vidente
Y tienen más respuestas que las religiones o las ciencias.
A pesar de no haberse demostrado su existencia
Es citado en los libros ocultos que rescatados de las guerras
No lograron ser quemados, para dar testimonio de su existencia.
Así hablan los hombres de buena voluntad y fe,
Y así es la esperanza, como lo es la inspiración de los que escriben,
Los que aseguran, él tiene las respuestas necesarias de siempre,
Las que se repiten cada generación
Y confían estos letrados, no morirá,
Porque así debe ser, cuando se ve el cielo por las noches
Desde los dos hemisferios y el hombre cree en sí mismo,
Por supuesto, hablo del evolucionado,
Del que cree en todo lo que podemos hacer.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

Todos los Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO