EL MUCHACHO QUE FUE MUCHOS POEMAS



El muchacho que escribía, no quiso ser Poeta de un solo poema
Ni conformarse con las certidumbres que los sabios habían entregado,
Anheloso de derrotar al miedo, su impulso fue mayor
Hasta conocer la plenitud del amanecer que pocos conocen
Después que fuera vencido el reino de lo oscuro, donde nadie sobrevive,
Al menos eso reza la leyenda, y él quiso saber cuán cierta era esa leyenda.
El muchacho que escribía, eligió a sus mejores amigos
Y fue de la mano de Poetas épicos, Renacentistas y Revolucionarios,
Escuchó la historia de los que escribieron extensos libros que él creyó
Y dialogó en silencio con los pensadores que filosofaron un mundo mejor.
El muchacho que escribía visualizó los tabernáculos y las ágoras en el tiempo,
Quiso saber qué pensaban los pretores ante las encrucijadas
Y alguna vez empuño la espada de cuyo secreto los caballeros con honor alzaban.
Alguna vez se perdió en la ciudad donde los hombres no hablan
Y donde nadie se conoce
Y tuvo que saber de esta soledad, antes de levantarse en nombre de lo que es justo.
El muchacho que escribía no pensó que todo lo leído un día lo conocería
Mientras su verbo dejaba de ser el verbo de sus maestros, para ser un verbo propio.
Lo elegido estuvo ante sus ojos mientras sus piernas seguían avanzando,
Este muchacho no quiso quedarse en la calle de donde nadie retorna
Y otros caminos abrió para tener sobre qué escribir
Cuando el corazón calmo en otras noches le invitara a recordar su gloria.
El muchacho que escribía escuchó reiteradas veces: ¡ve más allá!,
¡Hay un mundo donde la felicidad existe y donde queremos estar!
Y así, una bandera se le entregó mientras comprendió el significado del Deber.
Su leyenda no pudo ser escrita en un solo poema,
Y su sabiduría hizo entendible lo que era hermético para los demás.
Fue entonces que no fue un solo poema
Y fue que cada hombre quiso ser muchos poemas
Cuando todo por fin estuvo claro, y el norte pudo ser visto.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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