EL MUCHACHO QUE NO PERDIÓ LA FE



No perdí la Fe en el ser humano
Aquella mañana
Cuando en estado catatónico
Sin poder ver por dónde caminaba
En plena ciudad
Y un policía me llevó de la mano
Hasta mi casa,
Alcancé a darle las gracias
Mas nunca pude ver su rostro,
En ese momento pensé
Que ése era el rostro de la humanidad.
No perdí la Fe en el ser humano
Cuando quise quitarme la vida
Y no tenía dinero para mi consulta
Con el psiquiatra que me trataba
Y al entrar a su consultorio
Le dije a su secretaria
Que era de vida o muerte,
Que ya no podía más
Y a pesar de no tener dinero
El psiquiatra me atendió,
Fue en ese momento, en el límite
Cuando entendí que la vida vale más que el dinero
Que los judíos arrastraban una leyenda negra que no era cierta
Porque mi psiquiatra era judío,
Y así pensé, el mundo estaba lleno de leyendas negras
Que no eran ciertas
Que no todo era dinero
Que la vida estaba por encima de todo.
No perdí la Fe en la humanidad
Cuando estuve en estado vegetal
Durante un par de semanas
Y al recuperar la consciencia
Dos muchachas que no conocía
Me sujetaban de las manos
Protegiéndome de todos, en el manicomio,
En ese momento, al verlas, vi dos muchachas muy delgadas
Indefensas pero llenas de amor,
Pensé que dos mujeres indefensas podían ser más fuertes que todo un pabellón
Volví a creer en las mujeres, sentí que ya no estaría solo.
De estas cosas puedo testimoniar más
De historias sin fin estoy lleno,
Si así los amigos que tuve
Entre conocidos y que nunca llegué a conocer
Siempre estuve protegido,
Porque seguramente fui tan rebelde
Como la ciudad lo quiso
Cuando gritamos: ¡queremos otro mundo!

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

Todos los Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO