ELECCIÓN
Me viste en el color del cielo del amanecer
Cuando la estrella aún permanecía.
No sabías cuán dorado era mi sueño
Y cuán horrible el mundo en las fábricas
Lejos de mis libros y todo lo que había escrito.
Tabaco tras tabaco yo interrogaba
Qué era renunciar entre dos pasiones
Una que se acababa,
Y otra que permanece como escribo ahora.
¿Podías apartarme del libro que aún no escribía
O de los silencios donde tu voz contrariaba todo?
El amor no podía ser noches enteras
Diferentes a lo que alguna vez propuse
Cuando percaté de la brevedad
Antes que la carne envejeciese y nada provocase
Y las canas insistiesen en el verso
En el cantar que debía ser distinto
Y que no floreció de los pasos de los obreros
De las máquinas andando
De todas las estrellas que me hicieron sentir nadie
En esas noches cuando el sexo no lo compensaba todo.
Me viste en el color del amanecer del cielo
Y te preguntabas:
¿Quién es el que descansa a esta hora
Y tiene el don de escribir lo que otros sienten
Y a este mundo no pertenece?
Y viste que la estrella permanecía allí
Y leíste una vez más mis poemas
Hasta entender cuál era el lugar del Poeta
Y cerraste el libro de los años jóvenes
Cuando aún creía que podía cambiar al mundo
Y de manera fulminante recordaste las palabras
Todas las palabras de los que fueron confundidos por inútiles.
Porque cuando cerré la puerta al salir
Para no volver más,
Yo mismo me dije:
Esta vida no quiero:
¡Qué vengan todas las ausencias,
Que al infierno lo conozco bien
Y no me gusta!
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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