FUEGO



No se fue, el aliento no se fue,
No se fueron los días cuando vuelva el Sol
Cuando vuelvan las plazas pobladas
Cuando vuelvan los sueños,
No, no, no se fueron los sueños
Ni venció la tristeza ni tampoco la indiferencia.
No se fue, no se fue ni se desvanecen
Las huellas dejadas que otros tomarán,
Esos caminos que unos harán suyos
Y los otros donde el destino incierto jamás vencerá.
No se fueron los poemas donde otro mundo debe ser,
Ni se fueron los anhelos que deben ser escritos,
No hay carta escrita al mañana que haya perdido la fe,
No hay hombre que deje de insistir,
Ni corazón que deje de latir, al compás de lo que se ha propuesto.
No descansa, ni descansará nunca,
Es bravo el sentir de los soñadores,
De los que contra todo se enfrentan
Y aún así perseveran cuando lo imposible dejó de avizorarse
Para hacerse una realidad a transformar.
No, no se fue el aliento donde las leyendas surgen
Desde las plazas o calles o desde las horas mortales,
No se fueron los que prometieron,
No se marcharon al país de la comodidad desde donde se habla con facilidad,
No se fueron los guerreros,
No se fue el aliento,
Estamos aquí erguidos, flameando nuestras banderas,
No nos fuimos, no,
Aquí estamos aún.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

Todos los Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO