LA DICTADURA
Por ordenanza municipal, se
estipula que solo se podrá caminar leyendo por la vía pública desde las 08:00
a.m. hasta las 12:00 m., las personas luego podrán pasar a almorzar a los
restaurantes que deseen opinando solo sobre los temas indicados en el la carta
del menú, está demás decir que los temas a tratar deben tener relación con lo
leído en la vía pública mientras se caminaba. Por ninguna razón se deberá leer
a Julio Mauricio Pacheco Polanco, por ser contrario al orden establecido, agitador
de consciencias y promovedor del pensamiento cuestionador como la Libertad de
Expresión. El solo nombrarlo implicará ser penado con multas que van desde
horas de privación de lectura hasta la total prohibición de todo tipo de
lectura. Se podrá leer a cualquier autor, menos al mencionado. Está también
penalizado pensar lo que este autor haya escrito o siga escribiendo. Se
excluirán de estas penas a los beodos que serán inimputables por carecer de
responsabilidad intelectual, mas por ninguna otra razón se permitirá la
divulgación de sus propuestas en torno a una sociedad donde prime la libertad
de pensamiento o crítica. No queremos librespensadores, queremos gente sumisa y
acatadora. Los que formen parte de los cuestionamientos dados por la literatura
promovida por mencionado autor serán prohibidos no solo de leer sino, además,
de escribir. Pasando de tema, luego de almorzar y haber solo analizado los
temas propuestos en la carta del menú, los horarios de escritura serán desde
las 02:00 p.m. hasta las 08:00 p.m., donde lo escrito esté conforme al régimen,
alineándose todo pensamiento a la causa de nuestra revolución. Toda obra que
abrace nuestros ideales con los cuales desarrollamos el nuevo hombre, será
leída, evaluada y si el aporte coincide con nuestra manera de entender la
sociedad, será publicado y homenajeado recordándoles que el discurso a dar
deberá primero ser leído por el aparato cultural del Estado quien se podrá
tomar la libertad de corregir, aumentar o disminuir lo que ha de disertarse.
Nuestra causa por la revolución propone así un régimen basado en la cultura, la
igualdad de pensamiento, y la defensa de los derechos de la persona,
considerando que primero son los deberes ante la nación, que ésta se antepone a
cualquier nueva forma de pensamiento que sea tendenciosa o, promueva el caos
dentro de un orden establecido donde la cultura es el fin supremo de nuestra
sociedad, dejando en establecido desde nuestra Constitución que todo espíritu
crítico deberá ser formado desde nuestras universidades donde les enseñaremos
gratuitamente a ser críticos, a encausar el pensamiento analítico,
otorgándoseles lineamientos y métodos como sistemas para entender la vida, la
política y la erudición. Considerando que la ignorancia es el mal que impide el
desarrollo de la personalidad en los individuos, nosotros, y solo nosotros, les
daremos el conocimiento necesario y que creemos, es el que debe usarse, en toda
pedagogía, para alcanzar la consciencia que se requiere para ser persona dentro
de la sociedad, solo y repetimos, solo, bajo los parámetros que se les dará
desde los centros de instrucción. Luego de los deberes literarios, el individuo
deberá exponer lo escrito en las aulas magnas del saber donde corregiremos la
labor intelectual hasta esclarecerles el pensamiento y guiarles en el
desarrollo de éste por la causa revolucionaria que tanto defendemos en nombre
del Estado y la Nación. Esto será hasta las 20:00 horas en que se pasará a
cenar y luego a dormir. Los individuos o personas, que fieles a la consigna que
nos hace libres bajo este orden, podrán luego hacer el amor con sus parejas
previo juramento a nuestros líderes y a la causa revolucionaria y, se
recomienda con carácter de obligatoriedad, estudiar la biografía de nuestro
líder revolucionario al menos una hora diaria, para luego al día siguiente,
desayunar, y pasar por nuestros municipios, como bien lo estipula nuestra Ley,
para recoger los libros que se les asignará para leer por la vía pública
mientras estén caminando por el cronograma de vida indicado. Queremos
reiterarles que nunca tuvimos un mejor orden establecido y que nunca antes se
luchó tanto por la igualdad de pensamiento y la culturización de las personas.
Sea dicho en nombre de la Libertad, Igualdad y La Revolución, queda registrado,
firmado y comunicado a todos los ciudadanos libres de nuestra Patria. Así,
comuníquese con carácter de obligatoriedad, a cumplirse, bajo la seria
advertencia de las penalidades impuestas a quienes desacaten lo establecido,
sea con la privación de la lectura de los libros que les asignaremos a leer,
hasta con la prisión voluntaria, por rebeldía e inadaptación a nuestro modelo
de convivencia social. Divúlguese en todos los municipios y en todas las
regiones donde ciudadano haya. Adjunto mi rúbrica por la causa que liberará a
todos los pueblos del mundo, en nombre de nuestra revolución.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados
para
Julio Mauricio Pacheco Polanco
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