LA MUCHACHA QUE PERDIÓ EL CONTROL AL DESPERTARSE



He cerrado mis persianas
Entre una mano en el teclado
Y otra con la taza con té helado
Mientras veo tu número en el celular,
¿Debería llamarte?
La muchacha estuvo esperando desde muy temprano
A que saliera a fumar mi tabaco desde mi balcón
Y al verme, se marchó furiosa
Logrando que hasta ahora  la siga pensando.
Al prender la luz de la lámpara
Para escribir un poema
He pensado en mejor dejarte ir
Porque sé que ella volverá,
Ha perdido el control
Se ha expuesto ante la crítica de todos,
¡Le ha valido un carajo!
Si acaso esté amenazando a las demás.
He encendido un tabaco
Para no pensar en los problemas de las obsesivas
Tendré que encontrar 10 respuestas más de las que tengo
Para hacerla mía sin que se enamore.
Sus ojos detenidos en los míos
Me mostraron el rostro bello que solo se reserva para el amor.
Si de por sí la ciudad es muy pequeña para las obstinadas
Cuando todo sucede sin esfuerzo alguno
¿Debería preocuparme por quien tal vez solo quiera una historia
Antes de rendirse totalmente por esos hastíos
Donde no se sabe para qué vivimos?
Yo que tengo millares de proverbios desde la experiencia
He dado vuelta a la página,
Lo peor  sería cuando no sea ella la única que se pare en la esquina de mi casa
Esperando horas de horas a que despierte
Para salir a mi balcón a fumar mi tabaco.
He revisado los cajones de mi escritorio,
Allí están los forte,
Todo lo demás puede ser afrontado,
Mientras pienso en nuevas 10 respuestas,
Para cuando sea el momento.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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