LAS MUJERES DEL ÚLTIMO BASTIÓN
El hombre fue derrotado en medio de las grandes ciudades
Y los que quedamos en pie, somos impotentes ante lo que
vemos.
El hombre fue derrotado por la vida y, no hay más voces
fuertes para defendernos.
El miedo es constante y se siente en todas partes,
Los pocos héroes que tenemos han hallado refugio en el alcohol
y las drogas,
En otros tiempos los cantares fueron apoteósicos,
Pero ya no es más así,
Una mujer solitaria regresa a casa, y trae el alimento para
sus niños,
Los libros sobre la mesa y las miradas tiernas y tristes,
Esta soledad espantosa es real, porque el hombre fue
derrotado,
No sé, el dinero, la presión social, las debilidades, la
ignorancia.
Se aferraron a lo único que les quedaba, no hay más opción,
Las ciudades son muy competitivas, eso lo saben bien las
mujeres,
Es tan fácil abrir las piernas y recibir 100 dólares,
Otro es el camino de las que forzosamente no tienen otra
alternativa.
El amor es un conflicto donde reina la guerra,
Porque los libros que hasta ahora tenemos solo hablan del
alfa y del omega,
Pero el alfa ha perdido su última batalla y está rendido,
Su conocimiento guerrero es inútil a pesar de ser un gran
maestro.
Las plazas se poblaron de muchachas que gritaron fuerte
Y lo volverán a hacer, porque nadie soporta vivir en medio
de lo inseguro.
El alma de los campeones fue comprada al final de la calle
Un arma apuntando a tu sien te dice que el camino ha acabado
para ti,
En los noticieros ha muerto otro paladín, es por ello intolerable
seguir viviendo con el miedo.
El hombre fue derrotado una noche cuando vio el brillo de
los diamantes
La codicia que terminó en las cárceles, la desgracia de los
que se creyeron intocables.
No hubo opción repite la muchacha: ya no hay maestros del
músculo y la fe,
Y el miedo permanece…
El hombre fue derrotado por el mundo, la mujer llega a las
justas a más no poder a casa,
Los niños lloran, todo es un desastre,
Están practicando artes marciales, se están preparando desde
que se dieron cuenta
De nuestra inmensa soledad, de todo contra lo cual nos enfrentamos,
Mientras por las calles del retorno el hombre solo observa el
piso.
No es que la mujer quiera saber qué es sentirse hombre,
Reitero, la soledad y el miedo se siente en todas partes,
No hubo alternativa mientras la mujer se da cuenta que no
puede flaquear un segundo
La comida a la mesa, un hombre que tuvo miedo a ser padre,
Un hombre que no aguantó un solo día en las fábricas,
Otras técnicas superiores al gran guerrero derrotado son
aprendidas en rigor,
Los que seguimos al pie de nuestra bandera estamos en el
desierto
Y eso no es suficiente,
¡Dios salve a esta generación!, que las únicas que quedan
son las mujeres,
Porque el hombre hace tiempo que fue derrotado.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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