LEÓN NEGRO



Qué puedo decirte muchacho que recién empiezas,
Solo soy un Escritor solitario que abraza con fuerza
Quizá la última bandera que queda,
Pero sé que no estoy solo.
Sí, me internaron 5 veces en un psiquiátrico
Y me dijeron que estaba loco,
Pero lo que hice, era lo que debí hacer,
Lo que alguien debió hacerlo
Cuando era necesario ser un héroe.
Yo sé que no todos los días se gana
Que hay soledades donde es difícil soportarse,
Donde la mentira puede alcanzar a todos
Menos a uno mismo.
Y sé que estuve en el momento definitivo
Donde debía estar,
Sé que eso iba más allá de escribir un simple poema,
Que era algo más que yo,
Que era el país, que fue también el mundo.
Ahora tengo 45 años, y déjame decirte
Que no tengo nada, ni riquezas
Ni mujeres bellas a mi rededor.
Que cuando necesité de los demás
Allí no estuvieron, pero eso no es razón para quejarse,
Nos ha pasado a todos, al menos eso quiero creer.
Si tengo algo, cuyo valor sea mayor
Son estos escritos, de león negro,
De poeta y escritor solitario
Que parado flameando su bandera
Puede verte a los ojos y decirte sin titubeos,
Yo también lo intenté
Y también fui olvidado después del sacrificio,
Pero eso no quiere decir que debas dar un paso hacia atrás.
Aún sigo en pie sin el menor esfuerzo
Y sé que tienes muchas dudas, y le temes a la incertidumbre
Como me pasara a mí cuando tuve miedo,
Cuando no tuve novia ni amigos
Cuando mi palabra era el silencio en medio de la ciudad.
Porque si tienes que hacer algo,
No debes consultarlo a nadie,
Cuando El Bien debe vencer, no hay dudas,
Otros le llaman el compromiso con la familia humana.
Quizá te espere un destino parecido al mío,
Sin mujer, sin hijos, y sin nada en este mundo,
Pero es preferible todo ello
A ser indiferente ante la causa que nos reclama a todos
Cuando el llamado se hace presente
Y sientes la voz que te dice: ¿y ahora qué harás?
Porque yo no dudé, y fui resuelto algunas veces
Tan resuelto como para ser internado 5 veces,
Pero es mejor ser tildado de loco
A ser tildado de cobarde en las horas graves
Las horas supremas, en esta brevedad que es la existencia
Antes de ser un solo ser con todo el mundo, antes de saber
Que a ti también te esperan, como seguramente pasó conmigo
Para ahora decirte serenamente que quizá no te espere la gloria
O la opulencia, que quizá lo único que te espere sea una verdad cruda.
Solo puedo alcanzarte una certeza:
No cambiaría nada de lo que pasó,
Porque puedo decir que también lo intenté,
Y que ahora a mis 45 años, ésa es la mayor riqueza que tengo
Con la cual me siento a escribir cada día,
Soñando el mundo que todos sueñan
Y del cual nadie quiso irse
Sin haber cambiado algo para hacerlo mejor.
Yo solo doy fe.
Eso es suficiente.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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