LO QUE DEBÍ DECIR
Me faltaron palabras, a pesar de haberlo dicho todo.
Me faltaron palabras cuando las emociones fueron más
veloces,
Cuando las horas me atraparon en reflexiones
Que forzosamente debía escribirlas.
No tuve el verbo adecuado para decirle a Dios todo lo que
sentí,
Si no nos pasó a todos ello,
El silencio es un mar negro que tarde o temprano recoge
todo.
Escribir es una tarde gris llena de calma donde los
recuerdos fluyen
Esperando que llueva, para calar un tabaco y volver a
preguntar: por qué.
Son tantas páginas en el espacio que fue destinado para
otros libros,
Tantos escritos desde donde intento explicarme
Desde donde me doy cuenta que me faltaron palabras
Que no pude detener el tiempo en los relatos
De hombres que subían y bajaban gradas y con éstos mismos se
encontraban
Sin saber si subir o bajar era el destino.
Me quedé en la certeza de los que transcurrimos
Y convivimos acostumbrados con un: podría ser, tal vez,
quizás.
Para hablar de las horas perdidas, una corta avenida lo dice
todo
Desde una banca y el silencio, para contemplar la ciudad
Si acaso así fue, con un libro entre las manos
Y la desesperación que se curó a fuerza de soportarla
Hasta que ésta fuera una costumbre, algo que no perturbase.
El sueño era una noche de Luna donde la melodía que le daba
razón de ser
Era yo, entre mis pasos hechizados por algún poema,
Un día entero pasado en la Biblioteca
Y el libro que anhelaba escribir algún día.
Me faltaron palabras, a pesar de haberlo dicho todo
Y me faltan palabras, como en este momento.
En eso he pecado.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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