NO PUEDES DETENER EL MAR, MAS SÍ UNIRTE A ÉL



¿Y no son ahora las noches distintas?
¿No pedías un milagro para saber qué era la vida?
¿No eres el hombre de la bandera de los sueños
Que espera el amanecer para saber dónde está aún la estrella del día?
¿Podrías relatarnos un poco de tu leyenda
Para hacer más amena esta noche, entre problemas cotidianos
Y labores donde todos somos iguales
Hasta que de pronto algo nos recuerda que batallaste,             
Que nunca te rendiste, no es así, no es así?
Vuelves siempre desde tus libros con tu aroma crudo
Y todos los tabacos que fumaste donde te sentabas
Para saber del tiempo y lo que perseguías.
¿Puede ser ahora la ciudad lo mismo sin las vibraciones que has dejado?
Perfecto para los poemas
Los forasteros preguntaron siempre por ti
Y el hombre que buscaba fe, a tu lado conversó
Para volver a creer.
¿No viste en los ojos de los niños el color de los días del futuro?
¿No te agitó el pecho el grito de los jóvenes que dejaron de soñar?
¿Quién a esta hora puede estar más sereno que tú, en este momento,
Cuando las certezas sembradas, otras estaciones nos proponen?
Y a paso aislado, te conocemos y sabemos de tu fortaleza,
De esa soledad inexpugnable desde donde te sabes feliz.
¡Oh, Poeta!, nos has escrito versos memorables,
¿Qué nos cantarás cuando tus manos alcancen el lugar que te es propio?

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco




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