CUANDO EL MÁS ALLÁ DEJÓ DE SER UN MISTERIO



El mundo que pensamos, no es lo que realmente creemos de él. Cuando la NASA llegó a la Luna, todo el conocimiento del ser humano fue rebatido, hasta ser inservible, solo aplicable a los aportes de los científicos que intentaron explicar desde los campos eléctricos, hasta la fisión, es decir, la separación de las moléculas que, desde las leyes de la anti gravedad, hasta las enseñanzas de Buda, cuando habló de universos paralelos, dio cabida a Literaturas, desde donde se intentase explicar las dimensiones por donde nos desplazamos. Una molécula de dos átomos de oxígeno, al ser fisionada o separada, no solo abre un campo donde la masa puede caber en espacios infinitamente pequeños, sino, además, lograr que esta masa pasase a otra dimensión.
Esto lo dice la ciencia, no yo.
Porque hasta finales de los sesentas, después de que USA hubiera disfrutado de los dorados años cincuenta, los pocos conocimientos aplicados a la tecnología con que contamos, se remitían desde sus bases de exploraciones espaciales a computadores, cuya aplicación cabe ahora en un celular, en pleno 2017.
El ser humano fue feliz cuando se dio el primer paso en el espacio, al pisar la Luna. Pero esto fue solo una ficción. Un intento de explicar lo que hasta ese entonces, los de la NASA no podían ni pueden entender hasta ahora.
No existe actualmente una foto satelital de la Tierra. Todas han sido hechas en base a ordenadores y, las que fueron tomadas desde la Luna, son fotos superpuestas que forzadamente debían convencer al hombre, que desde el espacio, nuestra inteligencia ya era capaz de darnos esperanzas de un esplendor nunca antes conocido.
Por Fe, aceptamos la teoría de la Gravedad de Newton, cuando en realidad, nadie ha llegado al centro de la Tierra, si es que aceptamos que desde ese mismo centro, la gravedad nos atrae a nosotros los hombres, e impide que levitemos en el espacio.
Pero otros hombres descubrieron los campos electromagnéticos y, en base a esto, se demostró que la anti gravedad existe y, su conocimiento puede ser aplicado por cualquier persona, con una base ilustrada de física.
Esa alunización, además de ser una película desde donde se intentó convencer al ser humano que habíamos conquistado el espacio, fue una decisión obligada por los científicos de la NASA, para evitar que lo hallado, llegase al saber del hombre en torno a la Luna, el Sol y, cuanto astro hay en el firmamento, si es que los cálculos científicos sufrieron un desbarajuste, hasta ser inaplicables en lo que habían descubierto cuando llegaron por primera vez a la Luna.
Porque antes que el hombre viera por la televisión el alunizaje de los astronautas en la Luna, ya los de la NASA habían llegado a ésta y, lo que hallaron, no tuvo explicación, como no la tiene hasta ahora, escapando de nuestra comprensión cada vez que la vemos desde sus fases lunares y dudamos si en verdad hemos llegado a ella o, los archivos que tenemos del alunizaje, sean producto del cine norteamericano.
Lo cierto es que no solo fue la Luna, a la cual se puede ver desde simples telescopios, como a otros astros y al Sol mismo. Porque la llegar a la Luna, el hombre se dio cuenta que habían otras interpretaciones para el universo y que no podían ser divulgadas al ser humano, ya que esto podría ocasionar confusiones donde todo sería negado, desde las creencias religiosas, hasta el sentido de la vida, ocasionando una revolución mundial, desde donde se dudase de todo.
Porque los primeros hombres que llegaron a la Luna, cuyas identidades desconocemos, no volvieron jamás y, esto no fue precisamente producto de errores de cálculo al momento de alunizar o poder tener una nave en el espacio allá por finales de los sesentas.
La Luna era todo lo contrario a lo que se creyó desde los orígenes de la civilización y, esto negaba la historia del hombre mismo.
Ya en otros intentos, sin aproximarse mucho a ésta, a su sorpresa al retornar a la Tierra, los de la NASA en Top Secret, acordaron junto con la Organización de las Naciones Unidas, no revelar lo encontrado para no generar caos mundial. Y así, las potencias que llegan al espacio, en consenso obligado, solo pueden contemplar lo inexplicable, al enterarse que la Luna no es un satélite artificial, sino, un campo electro magnético de fisión nuclear, desde donde se tiene acceso a otra realidad, otro universo, que viene a ser la paradoja más inverosímil  del mundo, porque al llegar a ésta y entrar en ella, entraban a nuestro mundo otra vez, sin poder entender nada de este fenómeno.
No hubo otra opción. El cine nos salvó de una de las realidades más ocultadas hasta el momento por el hombre, cuando aún cree que el hombre piso la Luna y ha llegado con sus satélites a otros planetas, porque la Luna es una especie de puerta que conduce a nuestro mundo de nuevo y, ante ello, el ser humano, no está preparado, si es que esto niegue todo tipo de dogma y ciencia y, nos haga entender que todo el tiempo hemos estado equivocados, que el mundo que pensamos no es realmente lo que es y, que nada sabemos de nuestro estar aquí, si acaso pudiésemos explicar esto.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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