TODOS LOS HOMBRES SOY YO PARA UN SOLO CORAZÓN
Sabes que podré hacerle el amor a cuanta mujer me lo pida
Y sabes bien que a pesar que las ciudades nos separen,
Los cuerpos de todas las muchachas que sean mías,
Los hombres que te posean, nunca podrán impedir
Que nuestros corazones, al pronunciar otros nombres
Dejen de sentirnos, entre besos con otras personas,
Sexo salvaje y continuo, noches largas de placer
Donde siempre estaremos tú y yo, en medio de los sedientos
de amor.
La fuerza con que eres mía no la entenderá nadie,
Apenas desde algún café, nuestros corazones palpitarán
Viendo con piedad en los ojos de los perdedores,
Los que piden caridad, y son usados mientras nos sentimos
Y al ver detrás de las pupilas de cualquier muchacha
Te desee con más intensidad, a pesar que no estés más a mi
lado
A pesar de que otras manos te aprisionen con violencia
A pesar que otros hombres pretendan hacerte suya
Y al cerrar los ojos, mi olor te llene otra vez
Y al abrazarlos hasta hundir tus uñas en sus espaldas
Lo que estés pidiendo a Dios, sea olvidarme en cada nuevo
amante
Cuando llega la noche y vuelves la mirada sobre mí
Sobre el tiempo donde soy el que te estremece
Entre escalofríos y lágrimas de felicidad,
Porque estoy vivo dentro de ti y, nadie logra llenar ni
llegar
Hasta donde doy yo sentido o razón a tu vida.
Y así, el placer es nuestro, y cada piel es conocimiento
Mientras tus pensamientos se convierten en plegarias
Porque nadie huye, nadie está escapando, nadie está
esperanzándose,
Y de pronto vuelves a perder la razón y, tus pasos yerran en
plenas calles
Porque sientes mi magnetismo invadir todo el universo
Y entonces tienes ganas de follar con el primer corajudo que
necesite amor
Para sentirme otra vez, a pesar de no ser yo el que te
penetre
Cuando en el momento de la entrega, una vez más
En el orgasmo más intenso y extenuante, cuando volteas el
rostro
Desnuda como te sé, tu alma grita interiormente mi nombre
Hasta que el sol vuelva a reinar, hasta sentir la humedad de
tu sexo otra vez
Mientras muerdes tus labios frente al espejo
Y me visualizas en mi locura de amarte en cuanta muchacha
derrotada
Nunca sacie lo que sabes, solo tú puedes completar.
Deja que cale un tabaco mentolado y que les hable a ellas
Todo lo que piensas y solo yo sé sacarlo de tu mente.
Y así nos sentimos mientras tu cuerpo se enfría y calienta
hasta enloquecer
Tratando de entender el misterio de la eternidad que te he
entregado
Tratando de querer saber por qué sigo vivo dentro de ti
Por qué mi voz retumba en tus venas, cuando te masturbas
Y memorizas 1,000 números de celulares para no recordar el
mío,
Para no tomar el primer avión para golpear la puerta de mi
casa
Y recuperar el alma que te quité, temblorosa y a la vez
irremediablemente feliz
De saber que al hacerte mía, será la última vez,
Porque no podrás soportar tanto placer y amor
Si acaso poco importa la vida, cuando se sabe que se morirá
amando.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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