EL DESTINO DE LOS FIELES
Él no tiene alternativa
No hay de dónde escoger,
Solo días silentes, calles renunciadas
Ciudades sitiadas por la indiferencia
Los adolescentes se limpian el trasero con los libros
Un rock fuerte palpita en su pecho
Mientras ve flamear su bandera.
Una muchacha para amar y hablar todo lo que no se pudo
hablar en días enteros.
Pasos invadiendo territorios donde las advertencias no le
interesan
Un tabaco para sentir la vida
Trance, trance que a otros desesperaría,
El rostro fiero es impasible, imperturbable
Después de todas las mentiras que el joven ignora del
sistema
O la noche, entre masturbarse o dormir
Dormir para no ceder a los pensamientos perturbadores,
La libertad, algo que otros no soportan
Cuando te enseñan desde niño que naciste para obedecer.
Unas cuantas monedas en el bolsillo
Una Coca Cola en un café donde todos conversan desde
diferentes mesas
Y sus ojos contemplando lo que todos evaden,
El lenguaje, ¿para qué sirve el lenguaje si todos mienten?
Calar el tabaco para sentir la vida,
Marcar un número al azar desde su celular
Solo ve nombres de muchas muchachas
No recuerda sus rostros,
Es inútil, a lo mucho hay monedas, no billetes gruesos.
No hay opción, no dejaron alternativas,
Se sirve del vaso con la Coca Cola,
¿Y ahora?, se pregunta el Poeta,
Descubrí el libro de las respuestas
Y todas terminaron en lo más vil
¿Alguien que quiere salvar al mundo pide dinero?
Pagó la gaseosa servida después de un amable gracias.
El retorno siempre es el mismo:
La habitación de la cual no saldrá por días enteros.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco
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