EL HOMBRE QUE RESISTE




¡Oh, Mi Señor!, todo el saber humano no es tuyo,
En este mundo no reinas
Y así es la soledad de los justos.
El Mal derrota uno tras otro
Y se regocija en el sufrimiento de los que le sirven.
Tu reino no es de este mundo,
Tus Sagrados Libros fueron reescritos por los amanuenses,
No tienes culpa cuando el Papado gobernó el mundo,
Porque el hombre fue tentado
Y por ser débil de espíritu,
Mancilló tu gloria.
¡Ah, esos sacerdotes y ese Papa que no son dignos de ti!,
¡Ah, este mundo que llora en desesperación!
¿Por qué se castiga el buenismo
Diciendo que Europa fue hecha en base a sudor, esfuerzo y lágrimas?
He pensado en el odio que ha costado la riqueza de los infelices
En cómo al entrar a sus hogares,
Se recuerdan el precio que tuvieron que pagar
Y viles se sienten, sin derecho a merecer nada
En un mundo donde se premia la corrupción.
Mirad muchacho todo lo que te rodea,
Yo te he escuchado cada vez que preguntas ¿por qué?
Y sé de tu soledad inmensa al verte rodeado de falsos amigos,
Yo vi al muchacho con el pantalón abajo,
Tirado en plena calle, con el orto abierto de donde salía mierda
Mientras pensé en su hora del desengaño.
Mirad muchacho, mirad todo lo que te rodea
¡Todo fue construido en base al odio y la corrupción!
¿Será feliz el hombre que pise su casa a sabiendas que ya no es digno ante sí mismo?
Y así son las ciudades, los países e inclusive el arte que está vendido.
¡Oh, Mi Señor, este no es tu mundo y aquí te mataron!
¡Aquí gobierna el Diablo!
Y así es la soledad de los justos,
Los que te conocemos y te hemos visto.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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