EL MANANTIAL DE LAS INTERROGANTES




Poca cosa es el hombre o la mujer
Según sea el caso
Para los espíritus fuertes,
Si acaso se reservan en sus diálogos
A Dios, detrás de su hermético silencio, de por vida.
Desgraciado es aquel que ama a un animal
Sin poder hallar contento con el infinito que nos rodea
En los ojos que contemplan y aman al conocimiento
Y entendemos a Dios como un origen a buscar siempre.
¿Has pensado en la soledad de los años finales?
Si tuvieras hijos, debes aceptar que un día han de marcharse
Como lo hiciste tú,
¿Has forjado el temple de tu alma para los años cuando ya no se habla?
¡Ah, días veloces eran aquellos donde todo era verbo!
Dirás que la alegría de tu vida se ha marchado,
¿Mas no debe el hombre hallar contento en sí mismo?
Qué infierno a superar es de quienes aún no han vencido a la desesperación,
Que en la quietud el tiempo se prolonga
Como son los días donde las horas nunca se marchan
¡Esa bendición para los postrimeros años,
Cuando se hace necesario filosofar en palabras claras lo que debe ser entendido!
Cuántos libros se queman en las chimeneas de los intelectuales
Cuando decidieron no perder el tiempo con densos pensadores
Que no salvaron a este mundo, con sus libros de miles de páginas.
Porque poca cosa es el hombre o la mujer
Según sea el caso, cuando el retiro es en el espíritu
Y de toda pasión se esté libre
Y acaso el intelecto busque las verdades abandonadas en la juventud.
Ya el amor vivido de sus goces debe ser experimentado
Si es posible en miles de mujeres para las noches que fueron,
Que yo no escribo para los que no vivieron,
Canto con firmeza para los silentes imperturbables
Que avizoran los años inevitables
De la muerte de los amigos de la infancia
De la mujer definitiva que se fue
De la gente que ya no se conoce en el pueblo de origen
De otras costumbres donde uno sea un extraño,
Porque detrás de las interrogantes nuevas
He de decirte muchacho lector,
Las preguntas nunca serán las mismas,
¡Que no te engañen con trasnochadas interrogantes!
Que mientras más sabe el hombre
¡Más preguntas nuevas a de encontrar!
Así afirmo a los veteranos que saben,
A los que están llenos de su propia verdad
A los que temen los carentes de discurso,
Los que creen que a más ciencia, más ignorancia,
¡Yo vengo a decirte,  a más ciencia, nuevas preguntas!
Porque son nuestras respuestas nuestro aporte
¡Pero eso es cosa de Hombres, no de monos que repiten lo que otro antes ya dijo!

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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