LA ENCRUCIJADA HASTA ANTES DEL DISCURSO DEL 28 DE JULIO
Hay una maldición que perjudica
seriamente a mi país, se llama: Fujimori. Toda nuestra realidad gira en torno a
esta nefasta familia que nos perjudica notablemente. Desde su Dictadura que fue
rechazada rotundamente por el pueblo peruano, hasta el presente, hemos venido
votando por el mal menor cada vez que hubo elecciones presidenciales. Votamos
en contra del fujimorismo cuando García Pérez nos gobernó, votamos en contra
del fujimorismo cuando Ollanta Humala nos gobernó, votamos en contra del
fujimorismo cuando el actual Presidente que tenemos, PPK, nos gobierna, en
medio de una desorganización total, con microempresarios que siniestran sus
empresas por no tener liquides para afrontar sus pagarés con los bancos, con
huelgas de maestros que se mueren de hambre, maestros que tienen a su alcance
ahora, en esta era de la globalización el internet, desde donde están más
capacitados, pero no por ello, bien pagados, en días donde las garantías
constitucionales se levantaron en una ciudad de Perú, donde se podía arrestar
solo bajo sospecha a cualquier persona, invadir domicilios sin orden de
allanamiento, sin permiso para reunirse por ninguna razón así sea sin armas,
sea cual fuera el tema a tratar y, todo por qué, porque tenemos un Presidente
que de Economía no sabe nada, un Presidente que no puede detener aún al ex Presidente, Alejandro Toledo porque asumió cargos de función en su gobierno como el mismo
Primer Ministro, Zavala, en relación a contratos en perjuicio del pueblo
peruano.
Veamos cómo con nuestro dinero
enriquecemos a quienes se favorecen de las leyes que dan desde el Ejecutivo por
parte de quienes gobiernan, porque los impuestos que se pagan son elevados, y
van desde los que se aplican a los que están dentro de la 5ta categoría, sean
obreros, mineros o cuanta persona tenga un contrato del cual se descuente un
tributo que no solo les afecta a ellos sino, a las pequeñas y medianas
empresas, desde el Impuesto General a las Ventas o el Impuesto del Valor
Agregado, que vienen a ser sumas millonarias de todo aquel que quiera hacer
dinero honradamente en Perú. Ese dinero recaudado, se va para el beneficio de
quienes en el gobierno, favorecen por ejemplo contratos millonarios como el
Aeropuerto Chinchero en Cuzco por citar un ejemplo, sin mencionar las mafias
que existen en la agricultura que se reparten los mercados bajo amenazas de
muerte para que se queden en silencio todo aquel que reclame por sus derechos
sea cual fuera el cultivo en estas mafias internacionales.
En suma, no solo hay una
desorganización en un gobierno donde se prometió luchar contra la corrupción y
empezar con la mejora de calidad de vida del pueblo peruano, sino que además,
se presume, el rebrote del terrorismo y el lavado de dinero es algo ya real,
sino, véanse los contratos de la banca cuando en sus cláusulas advierten de las
medidas legales cuando las cuentas de dinero provienen de estos flagelos, sean
del narcoterrorismo o los que lavan dinero.
Y todo porque estamos hace más de
16 años votando en contra de esa maldición llamada Fujimori que tanto daño nos
hace. Una familia que hasta ahora no devuelve todo lo que robó al pueblo
peruano que los rechazó cuando estuvieron en el poder desde la Dictadura y, que
ahora sigue obstaculizando el gobierno desde su mayoría parlamentaria en
detrimento de nuestra economía, sin importarles en lo más mínimo la amenaza de
inflación ante la que estamos y, la inestabilidad económica desde donde se teme
invertir en este país donde hay siniestros constantes sospechosos por quiebras
de microempresas o, buses de turistas que se vuelcan en rutas por donde no
deberían estar, sin que nadie pueda afrontar las debidas responsabilidades.
Porque veamos por donde veamos,
la democracia con la cual contamos, solo nos ha entregado gobernantes corruptos
que siendo algunos impunes, están blindados por el Poder Judicial y, otros, se
ríen de nuestra justicia como Toledo, desde el extranjero.
¿La Revolución?, ah, eso está
bien para los borrachitos, desviados y drogadictos que solo quieren llegar al
poder para hacer lo mismo que hacen los conservadores. Cualquier discurso
maoísta-leninista-marxista es mentiroso y corrupto: solo quieren lo mismo que
han hecho los que nos han gobernado y gobiernan, ver sus beneficios a toda
costa. La izquierda en el Perú seguirá siendo la misma de siempre: discursos de
ebrios oradores que esnifan coca o fuman marihuana mientras le hacen el amor a
sus camaradas sin importar el sexo que tengan.
No tenemos una vía que nos
rescate en esta coyuntura donde nadie quiere meterse en política por saber que
ésta apesta y nadie, nadie está libre de tener un pasado corrupto o sea capaz
de decirle no a la corrupción o el dinero fácil.
Estamos a casi nada de decir que
hemos entrado a una silente y callada Dictadura desde el momento en que se
levantaron las Garantías Constitucionales en mencionada ciudad en Perú, ante
reclamos legítimos de suba de sueldos, porque la plata no le alcanza a nadie
para vivir y, este 28 de julio, PPK, el Presidente que por tradición, fue
elegido como mal menor, ante esa maldición que arrastramos llamada: Fujimori,
no sabe qué dirá ante sus promesas incumplidas a pesar de haber dicho en plena
campaña que se conocía los más de 1,000 valles que contamos en Perú y, ser un
experto en Economía.
Así no podemos decir: ¡Vive el
Perú!, así no.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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