LO QUE SOLO EL POETA SE PUEDE DECIR A SÍ MISMO




No son todas las veces, presente y ausente
-escrito estuvo Poet donde en soledad estuve-
¿Alguien negará este sueño que nos es común?
No son todas las veces que dije No
-la Bandera flamea en nombre de la libertad-
Un cuaderno de poemas cuando las horas son graves
Cuando no hay más respuestas y te sabes solo
No está el cuerpo de la muchacha a quien amar
Ni el día del sol vencedor cuando sonreí
O el abrazo que nunca llegó para hacerme feliz
-fiero el rostro, lo soportó todo, hasta el olvido-
Ridículos los miserables que porfiaron mi derrota
-¿no es mi canto más vital a cada paso en contra?-
Yo que estoy acostumbrado a estar solo y contra todos
¿Por qué debería fijarme si tengo soldados a mi lado?
¡Ah, conozco el camino donde el corazón de todos duele!
¡Conozco el verbo que une a los hombres!
Mas a esta hora cuando ya es noche
Vuelvo a reiterar, el cuerpo de la muchacha no está
Apenas un tabaco y un vaso con cola negra
Con mis ojos contemplando el mar donde empecé
-he visto prematuramente el rostro de un hombre a mis 45 años en el espejo-
Hubiera preferido los placeres a escribir este cantar amargo
-no es que quiera decir te amo, hace tiempo que dejé de creer en ello-
-no es que me sienta vulnerable,
Las horas son tolerables con el cuerpo de las muchachas-
Por eso, no  son los versos cuando se está más allá de la muerte
¡Entiende muchacho lector, las Valquirias no existen!
No habrá una rosa en tu tumba cuando no estés
Y no estaré todo el tiempo para cuidar la honra de tu epitafio
Como seguramente pasará conmigo,
No es que no crea en la historia.
Hay algo que debes recordar siempre muchacho lector:
Podrás ser perdonado en todo,
Pero la grandeza hiere,
No soportan a los más fuertes,
Pero qué más da, hasta los invencibles no tenemos mujer
-no está el cuerpo de la muchacha a mi lado-
Debo convencerme que las Valquirias no existen yo también.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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