BREVE ANTOLOGÍA INCOMPLETA DE LA SABIDURÍA DE LOS LOCOS





Después de todo, no puedes negarlo
Las estrellas están de noche en el cielo
Y te rompes la cabeza tratando de saber qué son
Y buscas textos, en internet y, ves que hay de todo,
Desde una Tierra plana, hasta el universo dentro de la misma,
Y sabes que nada es tan coherente como preguntarse:
¿Quién pensó en: el infinito?,
Para no salir desnuda por las calles y gritar ¡Eureka!,
Dirás, es cosa de locos, un rompecabezas que no puedes armar
Y levantas la mirada al cielo
Y ves que siguen allí
Y entonces te preguntas qué es La Luna,
¿Por qué solo vemos un solo lado de ésta?,
¿Para esto sirvieron las matemáticas?, piensas,
Porque en resumidas cuentas, solo encuentras Teorías al respecto,
Y hasta llegas a pensar que el viaje al espacio
Fue un gran trabajo de Hollywood,
Porque no solamente has dudado tú,
Entre internamientos en psiquiátricos por buscar la verdad
Y todos los Cristos conocidos,
Están Dios y el Diablo juntos peleándose por tu alma
Y sabes que por encima del cielo, podría caber un mar
O que más allá de la Antártida podrían haber otros continentes
O que el Sol  y todo lo que te rodea son pensamientos ajenos,
Pero ya es tarde, tus libros de cálculos los encomiendas a Hipatia de Alejandría,
Porque eres mujer y no crees en la Virgen
Y ya tienes casi 20 años
Y tienes ganas de ser madre, tienes necesidades inevitables de ser madre,
Y sabes que eso acarreará muchas preguntas a tu niño o niña
Porque además debes tener dos historias del mundo,
Una para el varón
Y otra para la fémina
Y la regla viene otra vez
Y sientes miedo, miedo a los años, a la soledad, a no entender nada.
Finalmente decides dejar de usar el limón
Echas una moneda entre el creacionismo y la evolución
Y sabes que esto siempre ha sido así,
Estamos aquí
Y piensas: ¿quién pensó antes la Fe?
Porque todo termina en una intensa noche de amor
Para que en nueve meses después
Todo lo cuestionado sea enseñado otra vez
Y solo sabes algo: solo hay preguntas tras preguntas sin respuestas,
Porque tuviste una Biblioteca completa,
Pero no, son solo opiniones
Mientras tomas tus medicamentos
Y prefieres no estar loca, dices, mientras meces la cuna,
Y esperas las obligaciones con ansiedad para no pensar más
Porque, después de todo, no puedes negarlo,
Las estrellas están de noche en el cielo,
Y así será para siempre, al menos, eso queremos creer.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco



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