HISTORIAS QUE NO SE CUENTAN








No, nunca te dirán cómo lo lograron. Tampoco te darán una oportunidad a menos que les des lo que ellos te pidan, normalmente es como en los tratos con la mafia: pedirte sacrificar a alguien que quieres mucho para que les demuestres su lealtad. No te fíes de las personas que son muy educadas e ilustres, un rostro que inspira confianza es el rostro necesario para estafar y, una persona muy educada e ilustre te brinda tranquilidad, crees estar tratando con alguien con valores y principios morales, lo que no sabes es que los ladrones de verdad son los más educados y atentos. Si quieres algo, te va a costar muy caro, más de lo que crees y, no vas a tener tiempo para disfrutar de lo que ganes, porque tu libertad la vas a perder y serás un esclavo de quien pensaste, te daría una oportunidad para poder ser feliz.
¿Me dices que estás harto o harta de tus padres, que todo el tiempo te están dando órdenes?, ¿me dices que quieres ser libre?, pues ve entonces a estudiar y trabaja a la vez para que pagues tus alimentos, educación, habitación, salud y tanto jodido rollo que existe y que tus padres pagan, porque seamos sinceros, tú quieres ser libre para emborracharte todos los días, para drogarte y hacer lo que se te dé la gana, si acaso tus padres te pagaron los últimos abortos que hiciste. Y vaya primero si es que logras estudiar en una buena universidad, vaya si la defiendes a capa y espada si ya dentro de ésta te das cuenta que no serás el mejor en tu carrera, que lo que te enseñan no te va a servir para nada, a pesar de estar en una buena universidad. Olvídate de los institutos, esos son para los que no pudieron ingresar a esas universidades donde se supone, están los más inteligentes. Ah, además tienes que trabajar pero dime, ¿quién te va a dar ese trabajo para que puedas valerte por ti mismo o misma?, ya, supongamos que consigues uno sin que sepas que serás el hazme reír de tus compañeros, porque al jefe le hace falta unir al grupo de trabajadores para que se diviertan con alguien que ignora lo que le van a hacer pasar antes que abandone su trabajo sin que sepa qué ocurrió, mejor digamos que eres muy listo o lista y por allí supiste ganarte un favor para que te debieran y sea pagado con un trabajo que podrá cubrir tus gastos, ¿pensaste que iba a ser fácil?, ¡nada!, serás un asalariado que no querrá soltar ni una sola de las monedas que gane, porque te harán la vida imposible en el trabajo solo porque estás ocupando el puesto que debió ser para otro favorecido y, si te digo que querrán enloquecerte es poco, total, los psicólogos se prestan para cualquier cosa, ¿cómo crees que viven?, un diagnóstico y pastillas para sobrevivir, porque si te vas de concierto en concierto, bebiendo hasta más no poder y, teniendo sexo con muchachas promiscuas, te va a salir más caro de lo que crees, tal vez tan caro que ni con toda tu vida te alcance para pagar tus errores. Pero ya, digamos que además eres hábil y puedes con el trabajo, además te queda la universidad sin considerar que nadie te ha asegurado que terminada ésta ejerzas tus profesión, mejor dicho, nadie te ha asegurado que acabes ni siquiera el primer semestre. Hay tanto revolucionario por esas razones, revolucionarios que están en las bibliotecas leyendo por su cuenta, luego de haber abandonado la universidad, si es que no te metes a microcomercializar drogas para empezar a tener dinero, porque te has dado cuenta que ya puedes acabar la carrera que estudias, pero sabes que lo único que sacarás de esa universidad es un título profesional, nada más, lo cual no quiera decir que podrás competir con el resto de profesionales, porque además pelearás junto a tus demás compañeros de salón por el primer puesto para acceder a las becas y beneficios que tu universidad brinde, sean puestos de trabajo y felicitaciones públicas o posgrados en el extranjero que solo servirán para sacarte todos tus ahorros y perder la razón en una ciudad donde siempre serás un extranjero, alguien que ha llegado a un país donde saben, estás ocupando el lugar que debió ocupar alguien de la tierra de ellos. No, no serás feliz, por más que quieras convencerte. Pero si te metes a microcomercializar drogas y, crees que estarás blindado por la mafia, te aseguro que en un par de meses no querrás hablar más de ello en prisión donde sí valorarás tu libertad, una libertad que la habrás perdido para siempre, porque por más buena conducta que tengas, siempre serás un expresidiario en cualquier parte del mundo y, eso nadie entiende ni perdona. Y de pronto una noche, al caminar por las calles, te preguntas cuánto cuesta un ladrillo, cuánto cuesta 100 ladrillos para un metro cuadrado, mejor dicho, cuánto cuesta hacer una habitación o cuánto cuesta el área para una habitación, el agua a instalar, la luz, los impuestos al municipio, reitero algo más, cuánto te va a costar ser aceptado por tus vecinos si es que no te enteras de lo que ocurre en esa zona, si es que eres decente y no tienes pasado, si es que no terminas llorando en el mejor de los casos dentro de tu habitación de 6 metros cuadrados que es lo único que tienes, mientras ves desde tu ventana, edificios lujosos, autos del año, hombres serios con mujeres silentes, paseando a sus hijos que son niños blancos y bien parecidos, porque te preguntarás por qué ellos tuvieron oportunidades y no tú, si es que no tienes vicios que solventar, si es que tienes algo de dinero para tener sexo y sabes que eso se desea varias veces al día, porque la castidad es también razón de locura y, buscas entonces en la web, y no hallas nada, solo estafas tras estafas, porque no te van a tocar la puerta, no te van a decir: “ven hermano mío, hijo de Nuestro Señor, ven que tienes derecho a ser feliz, tendrás trabajo”. No, eso nunca va  a ocurrir, y el estómago suena, y tu ropa está muy vieja, y no tienes wáter decente para meconar y hueles como huele todo tu barrio porque viven al lado de una fábrica que apesta toda la zona y piensas en irte al extranjero, pero para eso necesitas dinero…
En fin, te diré estimado y estimada lector y lectora que son tipos con suerte, porque la vida puede ser bien mierda, pero eso no lo sabes, mientras retornas a la casa de tus padres, con la muchacha que has preñado, esperando a ser recibido por quienes despreciaste para ser una carga más, un par de platos a servir a la mesa, ropa de otras personas que has de usar y, un silencio desde donde una noche te escaparás para siempre abandonando a todos, ya que no aguantas más, mientras encañonas con una pistola a un buena gente que te mira sonriente, a la par que la policía te captura y ves pasar toda tu vida como una película en ese correr y correr donde las balas te alcanzan.
Porque son historias que no se cuentan, historias de a diario que nadie escucha, entre ladridos de perros en la noche, cuando todos tratan de hallar el error de sus vidas, para saber dónde empezó mal todo.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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