LO QUE DEBES SABER ANTES DE ESCRIBIR TU LIBRO
No, claro que no, no se trata de
llenar las páginas de lo primero que se te ocurra, debes narrar o relatar algo
que nadie antes haya vivido, algo que sea novedad en este llano donde nada
parece sorprendernos. Aquí no se trata de estar inspirado o tener miles de
lecturas, a veces una buena redacción y una experiencia inverosímil sirve más
de lo que se le pueda ocurrir a un genio o a alguien que cree tener la fórmula
para resolver la vida de las demás personas. Te diré que si quieres escribir un
libro que venda, que trascienda y merezca estar en un estante de libros, una
Biblioteca de prestigio o en una Feria, no solo debe contar con un impecable
uso del lenguaje, debe además estar lleno de párrafos que rompan el cerebro de
los que te lean. El talento es poca cosa si es que quieres inventar una nueva
forma de hacer narrativa, que para eso están los desafortunados, los que nunca
les ocurre nada, esos tipos aburridos que solo saben reunirse para hablar sobre
sus lecturas o vivencias donde nada nos extrañe. El escritor es un ser difícil
que se encuentra consigo mismo en el camino, no por vocación, a veces un primer
libro puede definirlo como tal, pero cuando de pronto te das cuenta que ya no
tienes lugar dónde ocultarte y los sucesos se te salen de control y sientes el
lente de los paparazzis a todo momento, es porque algo diferente y notable te
está ocurriendo y, eso la gente quiere enterarse, no lo que puedan decir los
periodistas, sino lo que está pasando por tu mente, con quiénes haces el amor,
si te drogas o tienes problemas con el alcohol, si tus fobias o desdichas
presumidas son ciertas, porque además te querrán humano desde tus escritos, a
pesar que quieras dártelas de héroe. Mira que he visto a tantos en querer
porfiar en la literatura, tan eruditos y escasos de vida, tan inmediatos para
resolver problemas económicos del país pero ignorantes del cómo se lleva la
contabilidad en una micro empresa, te diré que esa gente no sirve, la
imaginación puede ser buena, pero normalmente esa es dejada para los ociosos,
los que nada tienen qué hacer ya que
normalmente la gente está trabajando y, en sus tiempos de ocio, o bien
haciendo el amor, o comiendo en un lujoso restaurante o simplemente practicando
un deporte de aventura o contemplando un atardecer inolvidable desde una playa
exótica donde lo menos que se quiere es leer el poco aporte de un escritorcillo
de bar de quinta categoría que no saca sus narices de antros de mala muerte y
no tiene los cojones para escribir lo que sabe del crimen organizado, si es que
tiene la suerte de estar enterado de algo que ande mal, que bien, se comenta de
ello algo en cualquier lugar del mundo, pero delicadamente, ya que allí no
entran a tallar los escritores, al menos los que están locos, los que creen que
de allí pueden sacar una interesante historia que los hará famosos y
millonarios. Mira que he visto y conocido a tantos personajes tan más notables
que muchas novelas que significaron para sus autores un Nobel que me hace
descreer de los intentos de escribir un libro que te robe tiempo, el tiempo que podría ser bien aprovechado con una siesta bajo el sol, en tranquilidad,
olvidando las responsabilidades, los problemas de la semana en el trabajo, en
el hogar o fuera el contexto que fuera. Leemos como último recurso cuando ya no
hay nada qué hacer, cuando una botella de cerveza desde un buen café bar ya no
ayuda, cuando el ansiolítico dejó de ser útil, cuando el sexo con tu mujer no
es tan bueno como antes y estás a punto de ser infiel y decides coger un libro
para no tener esos pensamientos con esa mujer antes de cogerla a ella y hundir
más tu vida de lo que ya está. Y digo que leemos como último recurso porque
somos más visuales, como con una buena película o en todo caso, con un buen
cine porno y, entonces, dime estimado que porfías en escribir, qué tienes como
oferta ante el tiempo que es oro de esas personas que tienen que decidir entre
una bella muchacha de 20 años o tu libro de poemas, relatos o una novela,
porque eso de andar citando autores cuando cortejas a una muchacha en una
discoteca es algo que no sirve, nadie se deja impresionar por lecturas cuando
los temas de conversación giran en torno a grandes negocios, viajes, tours,
hoteles recomendados, países necesarios a conocer, porque si por allí quieres
dar tu aporte, te diré que debes ser preciso, puntual, como todo libro
referente lo es, cuando se trata de querer saber cómo es tu tierra por ejemplo
si es que seas leído por algún forastero que quiera enterarse de todo lo que
ocurre donde vives y, eso de por sí, te pondrá entre la espada y la pared
porque deberás nombrar a personas importantes, acontecimientos muy
comprometedores si es que te des cuenta que no podrás obviar los problemas políticos
o algún crimen comentado discretamente y que nadie denuncia. Porque si desde tu
narrativa o poesía intentas hacer un esbozo de lo que crees es una nueva forma
de hacer psicoanálisis o simplemente, derrochar una sabiduría donde propongas
otra manera de entender las circunstancias, te diré que pierdes el tiempo, tus
consejos a lo mucho te alcanzarán a tu persona y terminarás por aburrir a tu
lector o lectores, ya que si bien, resulta interesante leer otra forma de
entender al mundo, debes comprender que las personas aspiran a alcanzar su
autenticidad y eso se llama ser original, es decir, tener un verbo propio con
respuestas propias, un aporte donde citar a un autor implicaría subyugarse a lo
que pensó otra persona en vez de uno y, eso, en esta contemporaneidad está
fuera de uso, las personas quieren expresarse avalando su pensamiento en la
menor cantidad de referentes posibles, esos pensadores que tuvieron que leer
cuando a algún idiota se le ocurrió mencionarlo en una conversación y nos
recordó a todos que para citar a un autor célebre, mínimo debimos haber leído
toda su obra si es que ello no nos eleva a la calidad de exégeta, si es que hay
algún ser humano que tenga tiempo para abocarle parte de su existencia a
cualquier autor que solo puede ser entendido desde un estudio serio, profundo,
propio de los que están con la autoridad moral para escribir una biografía
sobre ellos. Pero bueno, y si sin embargo porfías en escribir y, tienes muy
buena redacción y, la historia que tengas que contarnos es muy buena, tanto así
que al momento de estar con la muchacha bellísima de 20 años en la cama, la
hagamos a un lado para que tu libro sea hojeado, cosa que es bien improbable,
pues adelante, escribe, escribe tu libro y demuéstranos por qué crees que
debemos considerarte un escritor, cuando todos en este mundo tenemos una
brillante historia qué contar pero, no tenemos tiempo, o simplemente queremos
hacerle el amor a la muchacha de 20 años, antes de todos los orgasmos que
tengamos con ella, antes de pasarnos por la ducha tibia y retornar a la
realidad que a nadie nos gusta para hacer dinero, si es que tu libro cueste lo
mismo que cuesta cuando elegimos a una muchacha para hacer el amor o lo que cuesta un plato delicioso en
el restaurante que te falta visitar, porque, si no te enteras, los clásicos
están a la mano en internet y la gente los puede leer gratis si es que crees
que puedes decirnos algo que los supere, algo que parta a la literatura en dos,
es decir, que sea el quiebre en el mundo, de nuestra manera de pensar.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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