PARA ENTRAR AL APARTAMENTO DE UN SOLTERO






Para entrar al apartamento de un soltero
Muchacha que ansías conocer el santuario del que escribe,
Debes quitarte el calzado y ponerte las sandalias que te dé,
Mucho polvo indigno hay en la ciudad como para profanar mi templo.
Para entrar al apartamento de un soltero,
Debes aceptar el olor a ciruela mezclado con tabaco,
Por ningún motivo deberás poner las manos en las limpias paredes
Ni mucho menos dejar una línea en ellas.
Si vas a usar el baño, debes jalar la bomba dos veces,
O tal vez distraer la mirada con las mayólicas de la ducha siempre secas y de color blancas.
Encontrarás solo jabón, papel higiénico, un par de toallas
Un tacho para la basura, un pequeño espejo, un cepillo de dientes con su pasta,
Otro cepillo para peinarse, otro para el calzado junto con sus accesorios,
Una máquina de afeitar y el piso bien seco y brillante.
Si vas a pasar por la cocina, debes respetar el orden de los platos,
Los cubiertos y las ollas,
También podrás usar el paño para limpiar lo que ensucies y respetar
Lo seco que siempre está el lavaplatos, la llave bajada de la cocina a gas
Y el repostero en su mismo orden,
Encontrarás el frigider lleno de alimentos para calentarse en el microondas, pero deberás consultarme.
Para entrar al apartamento de un soltero
Debes entender que me gané el derecho a poner ceniceros al lado del sofá
O sobre la mesa donde ceno
Donde hay dispuestas solo sillas para dos.
Si vas a entrar a mi dormitorio
Nada extraordinario vas a encontrar,
Solo un piso de cerámico muy blanco y limpio
Un escritorio desde donde escribo todas las noches,
Un ropero donde están las camisas para cada día de la semana,
Un par de ternos y a lo mucho 5 corbatas del mismo color,
Los cajones con los calcetines y un par de toallas más
Con un par de juegos de sábanas para ser usadas
Junto con los pantalones para la semana,
A lo mucho un par de zapatos de vestir y un par de zapatillas de diario,
Por supuesto, algunos libros que he escrito
Y muchos manuscritos que no debes tocar.
Un edredón de colores cálidos sobre mi cama que es dura y precisa para hacer el amor
Que tiene el mismo aroma que todo el apartamento: ciruelas con tabaco.
Pero sobre todo, para entrar al apartamento de un hombre soltero
Debes aceptar que se usarán mis preservativos
Y si eyaculase, seré yo mismo quien guarde dichos preservativos.
No te perdonaré si estás con la regla y manches con ella mis sábanas,
Ni mucho menos que cuando te peines dejes tus cabellos en mi cama o el piso,
Debes entender que el apartamento no fue hecho solo para recibirte a ti,
Debes entender que es mi santuario
Y en él se escucha la música que yo elijo,
Que en él no se bebe ni se droga uno
Y pueden caber todos los pensamientos del mundo en las habitaciones,
Largas conversaciones que podrás repetir si es que eres bienvenida
Ya que debes entender que en él no entra cualquiera
Y es un privilegio para ti estar en él,
Porque fue hecho solo para hacer el amor
Siempre en calidad de soltero
En mi propio apartamento.
Es difícil adaptarse al apartamento de un hombre porfiado en seguir soltero
Pero al final se logra adaptar, poco tiempo es el que tiene la vida
Como para estar casado.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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