EL HÉROE QUE NUNCA LLEGÓ








No pretendas Poeta que la muchacha con quien tienes sexo
Haya leído los más de 1,000 libros que has leído
Ni mucho menos piense igual que tú si es que del mundo se trata.
Curiosa es la forma del ser humano
Le llama amor al deseo, hasta que los amantes empiezan a hablar
Y se dan cuenta que se sienten muy solos.
Te diré que los exitosos son hombres sesentones con mucho poder
Y que eligen a las mejores muchachas veinteañeras para hacer el amor
Y ellas complacidas están, porque son los mejores
Así sean unos hijos de puta, total, en 20 años es fácil darse cuenta
Que ser mártir sirve de marca para modas, libros e ideologías necesarias
Para llenarte la cabeza de poses donde te preguntas:
¿Por qué no siento la rebeldía de los auténticos rebeldes?
Pero debes ser rebelde, porque a algún idiota se le ocurrió que así es la juventud.
No pretendas Poeta que con tus poemas el mundo mejore,
Tu editor te ve como una inversión y le importa nada el discurso que
Te sabes de memoria, porque querías sobrevivir en un contexto
Donde los billetes ruedan desde las izquierdas hasta las derechas
Desde las iglesias hasta las logias.
¡Ah, ignorante muchacho que crees en la Poesía!
Debes estar totalmente solo en el mundo para saber de la Poesía
¡Para saber del ser humano!,
Pero si en el retorno fueras el héroe que nunca llegó
Debes entender que tu verbo es auténtico
Y eso solo se retribuye con soledad,
Porque contemplarás a tu rededor y verás que nadie abraza causas
Que todos persiguen lo mismo: entrar en este mundo
Así tengan que hablar como todos hablan, de memoria.
Me dirás que el sudor de los obreros merece una explicación
O que la mujer que lava ropa se hace preguntas,
Que hay banqueros que se han adueñado del mundo
Que un misil está sobre nuestras cabezas desde antes que naciéramos
O que en las universidades solo se aprende a mentir con elegancia.
¡Ah, muchacho terco!, porfías en el poema que nadie lee
Te diré dónde está la sabiduría de los felices
Si acaso los mejores disfrutan de las muchachas más bellas
Y éstas lo consienten, porque los machos alfas saben de sus días contados
Del poder prestado en este mundo, de las habitaciones en los hospitales o la cárcel,
De la vaga memoria donde al llegar la noche todo es olvidado por ser mierda el día
Que si escribieras con sabiduría, en tus cantares otras victorias nos alegrarían
Cuando llegado el momento es todo sexo
Y los sentimientos, algo bobo para los que recién empiezan,
Porque aquí, nunca nadie se pondrá de acuerdo, con nadie.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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