LO QUE CONVERSAN LOS AFORTUNADOS
Hace tiempo tengo esa fantasía,
ya he hecho el amor a varias muchachas unas tras de otras y, hasta he juntado a
dos veinteañeras para hacerlas mías a la vez, quiero ahora juntar a 4, 5, 6 o,
7, tal vez 8. Ella transpiraba mientras no dejaba de jadear, hasta que hizo una
pausa y mirándome a los ojos dijo: ¿podrás? Se la clavé con más fuerza entonces
y le contesté: recuerda que puedo resistir 4 horas de sexo continuo sin perder
mi vigor sexual, ¿ustedes podrán más bien conmigo? Ella entonces arañó mi
espalda con sus delicadas y blancas manos a la par que repetía: es verdad, tú
nunca paras, no sé cómo es que nunca te cansas. El sexo, cariño, es mucho mejor
que ir al gimnasio o como esos onanistas que salen a trotar en las madrugadas
para tener resistencia física, el sexo es un deporte completo que además te da
salud si no, mírame a mí, tengo 46 años y además de tener la eyaculación
dominada a voluntad, la mejor terapia para mis accesos de ira o cólera es el
placer. Eso aún no me has explicado, por qué eyaculas a voluntad, me comentaron
que la vez pasada programaste un orgasmo en media hora con una muchacha de 19
años con el cronómetro del celular puesto y la diste en los exactos 30 minutos.
Es cierto, solo quería despedirme de ella, te revelaré uno de mis secretos tú
que lo sabes ya todo de mí o crees saberlo todo; ¿por qué crees que lo sé
todo?, porque me lo han dicho: “sabemos todo de ti Mauricio; todas las
muchachas que hemos sido tuyas lo sabemos todo de ti”, bueno ya, pero no me
revelas el por qué decides eyacular a voluntad, porque es una forma de decirle
a la muchacha con quien eyaculo que ya no tiene nada más qué darme, que es
momento de pasar de muchacha, que lo explique, no lo sé, mi reacción es
evidente, me visto y me lleno de frialdad, es una forma de decirle adiós, debe
ser como en las relaciones de esposos, ¿no crees?, ah, los esposos, pero ellos
solo quieren tener sexo los fines de semana, llegan cansados del trabajo y sin
ganas para nada, a lo mucho para ver las noticias y dormir y, si hay sexo,
luego de tenerlo, se dan la vuelta sobre la cama y ni siquiera dan el buenas
noches. No sé, yo he convivido, no he estado casado, no puedo hablarte con
autoridad sobre ello. Pero dime, ¿tomas algo para nunca eyacular?, porque
normalmente muchos varones tienen problemas con la eyaculación precoz o, en
todo caso, quisieran tener el vigor sexual que tú tienes, pero no duran tanto
como tú o, temen durar por tener problemas con el corazón, sé de muchos hombres
que murieron de infarto en pleno acto sexual. Pues no, no tomo nada y no uso
preservativos retardantes si a eso te refieres ya que como vez, eres tú quien
los trae y cuando los reviso solo leo que son látex natural. ¿Y no has pensado
en tener hijos?, claro que no, siempre me preguntan eso, deben meterse en la
cabecita que me casé con todas sin que ninguna de ustedes tenga algún derecho
sobre mí. ¿Y no temes por eso justamente, quedarte solo? No, para nada, me
gusta mi espacio propio, mis silencios y mi tiempo para escribir. ¿Y el amor? No
sé qué es eso, soy incapaz de enamorarme de una sola muchacha, porque cuando
estoy solo, se me vienen a la mente decenas de muchachas que han sido mías y te
juro que experiencia más feliz en la vida no la hay, entonces es cuando pienso
que estoy enamorado de cada una de ustedes y concilio el sueño hasta que
despierto con una erección insoportable y con los cojones bien rojos y lo
primero que hago es llamar a la que se me antoje en ese momento, total, sé que
somos iguales, lo nuestro es solo por placer, porque ninguna de ustedes se ha
enamorado de mí, ya que nacimos solo para disfrutar del sexo sin ataduras, sin
tener que pasar por esa pésima experiencia de creer que el amor es una
pertenencia, que uno debe estar ligado a una sola mujer por el resto de su
vida. Eso mismo pensamos nosotras: no queremos estar haciendo el amor con un
solo hombre toda nuestra vida.
No dijimos más nada mientras
sujetaba con violencia su cabeza entre mis manos. Otras perversiones me
inspiraba esa mujer. Por supuesto que no tenía en mente eyacular con ella por
un buen tiempo, la quería para mis apetitos sexuales por un buen lapso más,
hasta que apareciera otra afrodita, otra diosa del amor.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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