CANCIÓN DEL ÍNTEGRO







He decidido mientras escucho heavy metal en este mediodía
Dejarme llevar por los sueños donde nunca nos rendiremos,
¡Ah, muchacho lector!, sé que nadie está a buen recaudo
Encontrarás todo tipo de gente dentro del mundo
Muchos más de los malos, pocos, muy contados pocos buenos.
Aquí todos hacen lo que les dá la gana,
¿Debo recordar siempre mis palabras?: ¡Si la Ley no se ejerce, yo haré que ésta se ejerza!
Qué hora de bondad fue despreciada por los malnacidos
Quienes a criterio de consciencia tuvieron El Bien a su alcance
Y prefirieron el pillaje, la estafa y el delito.
Te diré muchacho lector que esto está en todas partes
Y ni la Corona se salva de los trúhanes
Cuando se trate de querer envilecer tu alma.
Yo he tomado de todo lo malo el conocimiento
Para convertirlo en sabiduría y compartirla sin egoísmo alguno.
Te diré que entre las falsedades mayores están los que se quedaron sin alma
¡Ay, cómo duele al abyecto el probo y correcto!
¡No sabes cómo detestan a los que somos superiores al ex banquero de Diógenes!
Hablé mucho de la virtud, el camino más difícil pero lleno de satisfacciones
Y si te escribo de esta manera, es para que entiendas que la gloria es un mérito que pocos merecen.
¡Y ay si la gloria sea tu insignia, odiado serás por los mediocres de poca monta!
¡No mires donde los cerdos conviven con sus miasmas!
¡No preguntes por el desgraciado al cual darán otra oportunidad y volverá tras sus pasos de desgracia!
He decidido por tanto reposar esta tarde entre criminales y escasos santos
Escuchando el heavy metal de los ochentas y pensar en los héroes perdidos
Hay una larga fila de libros que aún no se han escrito
Y mi mayor ánimo es escribirlos,
¡Así es mi buena estrella!

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco
 

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