LUJURIA
Pero qué pasó. Pero qué crees que
pasó pues señor Escritor, has empeñado tu casa para seguir viniendo aquí. Pues la
lujuria no es algo propio de los varones. Yo no soy puta. Otra cosa es que
debas entender que me gusta darme la gran vida sin necesidad de tener que
trabajar. Pero, cómo, y las venéreas o el SIDA. Ah, eso ya no nos importa
mucho, todo tiene tratamiento, todo puede ser solucionado, hasta los embarazos
no deseados, somos clientes asiduas de las clínicas que despistan embarazos,
donde nos aplicamos el aborto farmacológico, ¿has oído hablar del Metotrexato? Algo,
pero eso qué quiere decir. Que nos gusta el sexo en demasía, mira cómo estás de
flaco, mira cómo haces el amor diariamente con todas nosotras y solo quieres
eso, seguir haciendo el amor, te parece tan diferente el mundo sin nosotras las
mujeres, sin el placer, sin el sexo, solo vives para hacer el amor y sabes que
nunca te enamorarás de nosotras, como nosotras de ninguno de ustedes. Llegado el
momento el placer ya no es solo penetración y cientos de poses, llegado el momento
el placer se convierte en hombres, hombres y más hombres, desde los más raros,
los más enfermos, los más extravagantes, los que piden cosas extrañas,
difíciles de entender para cualquier persona común y corriente, mira que hasta
le he hallado fascinación en los más deformes, en los enanos, en los obesos o
en los asquerosos que les apesta todo, si aún no lo entiendes mi estimado
Escritor, esto se llama Lujuria y de aquí nadie ha retornado, salvo que te
hayan internado en un psiquiátrico o te hayan secuestrado tus familiares y
sacado de aquí para casarte con una muchacha que se preñará a la primera solo
para renegar todo el día, follando solo con una sola mujer, sabiendo que alguna
vez estuviste con nosotras, las que llevamos la vida alegre y no ponemos
miramiento alguno al momento de ser elegidas para hacer el amor. Que 10 o 20 o
50, los que vengan en un solo día, en nombre de la Virgencita o quien sea, aquí
ninguna de nosotras quiere casarse ni tener hijos, aquí todas solo queremos
hacer el amor la mayor cantidad de veces posible. ¿Dime Poeta que quieres
salvar al mundo?, puedes entender la creación de Dios cuando el sexo domina
todos los sentidos y es una experiencia inevitable de conocer, porque nos
conoces a todas y puedes verificar que somos las más bellas, las más hermosas y
que de aquí no hay hombre que no haya salido en bancarrota, con ganas de
suicidarse o penetrando ortos de transexuales solo por querer seguir
penetrando. Si me hablas del infierno, te diré que es piel ardiendo a más de
1000 grados centígrados, vaginas lubricadas a placer o con geles, bocas
succionando miembros viriles sin importarnos de qué hombres sean. El mundo es
así, esto es la vida que las piadosas rechazan con terror, la vida que
conocerán en sus pesadillas desde los exorcismos hasta las demencias en los
psiquiátricos. ¿te han hablado de la condición humana?, te diré qué es eso,
para ser humano, te pondrán una
condición: el sexo, eso es la condición humana, la que explica las
sectas religiosas, la que explica a los alcohólicos que ahora son impotentes y
que beben para tratar de no pensar en la vida que ya no pueden disfrutar.
¿Buscan con afán el amor en alguna
muchacha? El amor, ¡bah, el amor es 100% sexo!, y nosotras somos las diosas en
el amor, porque tú no eras así cuando recién entraste en nuestros dominios,
eras un tipo alto de peso extraordinario y belleza imponente, pero mira ahora
cómo estás, flaco, con un rostro irreconocible y con apetitos que ya no puedes
controlar, porque estás erecto todo el día y lo único que quieres es seguir
haciendo el amor con todas nosotras, aquí o te vuelves impotente, o terminas
cambiándote de sexo, aquí donde tú estás parado, es el límite de la experiencia
humana, aquí si nos piden que nos amarren con cadenas o nos sacrifiquen
haciendo el amor, lo aceptaremos, es la pasión sin control, lo que las bacantes
conocieron y que por tradición se debe volver a repetir en cada generación,
porque yo que soy rubia y de ojos celestes, alguna vez fui una muchacha virtuosa
que le rezaba todos los días a Dios y olía como solo huelen las muchachas
menárquicas, pero a ti que te gustaba tanto escribir sobre el límite de todo,
tú que has hablado hasta el hartazgo de la experiencia extrema, tú que has
sido un rebelde que se ha enfrentado contra todo el sistema, dime Escritor,
¿podrás salir de estos dominios de donde nosotras no queremos salir y hasta
donde el Diablo es un pobre diablo entre nuestras piernas a quienes dominamos a
voluntad? Ah, Poeta, cuando estemos cansadas de todo esto, muchas nos meteremos
de monjas y otras de predicadoras en iglesias para cristianos. Nadie ha vencido
este pecado capital que es inevitable en la experiencia tanto de varón como de
mujer, ¿qué escribirás ahora que ya no tienes corazón para amar? Volverás tras
tus poemitas para cantarle a algo que ya nunca más sentirás, o te convertirás
en otro Giacomo Casanova que escriba memorias sobre sus viejas glorias. Dicen que
esto es el infierno y que todos pasamos por aquí. Disfruta mientras puedas,
pero después me será imposible no evitar creer que escribas otro Zaratustra que
hable de otro superhombre. Recuerda siempre la condición que nos dieron para
ser humanos, ahora que ya sabes qué significó siempre, la condición humana.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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