UNA BIBLIOTECA PARA EL MUCHACHO DE 18 AÑOS





Al abrir el libro de Thomas Stearms Eliot tuve un presagio
-la taza con té en una apacible tarde de cielo gris-
-quizá lo más parecido a Mollendo en las horas que parecen detenidas-
La Biblioteca siempre es un hogar donde el silencio agrada
Los libros dispuestos para cotejar, la historia, el mamotreto
El levantarse para ir a los casilleros-eran los noventas-
Y conversar en voz baja con el bibliotecario
-¿Leíste el Kybalion?, alguna vez me dijo-
Llenar las fichas luego de haber pasado los dedos por las cartillas
Ver los títulos, los años, los autores, los códigos, a la muchacha que me miraba de reojo
Y otra vez retornar sintiendo el resonar sobre el piso de madera a mi andar
Coger mi diccionario o levantarme para ir al atril y ver el de la RAE.
Sobre todo las tardes hasta llegada la noche
Siempre con T.S. Eliot y su forma elegante de decir las cosas
Una simpleza donde el mundo estaba en paz
Con la salita a la ventana y las muchachas apenas hablando del clima
Nunca una piel nacarada mostrando más de lo debido
-evocaba a Oscar Wilde en sus obras de teatro-
Salir al portón de la Biblioteca mientras contemplaba en el trayecto el Bronce
Del fundador de la Biblioteca, el Coronel Pacheco
-la Biblioteca Municipal Ateneo era en los noventas mi preferida-
Para luego pasar a la hemeroteca y revisar la historia del Perú
En revistas de hacía décadas o, los volúmenes densos de los diarios
-tal vez de hace 100 años, tal vez buscándome a mí mismo en las fechas que nací-
Llegada la noche, allí la nostalgia era ver el reloj en el arco de la pared
Diciéndome que el día había acabado, que al día siguiente podría volver
Para pasearme entre los casilleros, entre densos volúmenes de libros ilustrados
-así busqué la verdad antes de cuestionarlo todo-
18 años y era placentero ver tantos libros solo para mí.
Normalmente la muchacha que no dejaba de mirarme conversaba conmigo
Cuando ella se levantaba y terminábamos en una galería de arte.
Era Arequipa en los noventas,
Después conocería a los Poetas en La República de los Poetas
Los grandes de Perú que llegaban desde Lima,
Después, muchos años después, en plena brega
Sabría qué era ser Poeta, qué es la Poesía.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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